El fundador de Wikileaks: "La primera víctima de una guerra es la verdad"
- El fundador de Wikileaks denuncia las presiones de Estados Unidos
- Ha cifrado en 109.000 los muertos a consecuencia de la invasión de Irak
- Hasta ahora no se había dado cuenta de al menos 15.000 civiles muertos
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El fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, ha defendido en Londres la publicación de 391.000 documentos secretos sobre la guerra de Irak y dijo que se trata sólo de "esclarecer la verdad" de lo ocurrido durante el conflicto.
Assange ha recordado el dicho de que "la primera víctima de una guerra es la verdad" y ha dicho que los ataques contra la verdad comienzan antes de una guerra, continúan durante el conflicto armado y persisten, como ha ocurrido en el caso de Irak, hasta mucho después.
Assange ha denunciado "las presiones" de EEUU sobre su organización y se refirió concretamente a la exigencia del Pentágono de que se destruyan los documentos sobre la guerra de Irak en su poder.
"Las presiones son explícitas", declaró el fundador de Wikileaks, según el cual la intención del Gobierno de EEUU es "activar la ley de espionaje de EEUU para conseguir procesar a nuestros colaboradores".
En declaraciones a la BBC, Assange dijo que "bajo el presidente (Barack) Obama ha habido más procesamientos por filtraciones que bajo todos los gobiernos anteriores de ese país juntos".
66.000 víctimas civiles
El alud de documentos sobre la guerra de Irak recibidos de fuente anónima por Wikileaks y publicados luego por la organización fundada pone por primera vez nombres a las víctimas de una guerra lanzada en marzo de 2003 por EEUU y el Reino Unido para deshacerse de Sadam Husein.
Las simples cifras dan cuenta de la magnitud de la masacre: 109.032 muertes, de ellas 66.081 civiles, 23.984 enemigos, calificados por el Pentágono de "insurgentes" 15.196 militares iraquíes y 3.771 de los países de la coalición invasora.
Más de un 60% son víctimas civiles, lo que equivale a unos 31civiles muertos cada día durante seis años en un conflicto más mortífero de lo que ha sido hasta ahora la guerra de Afganistán.
En un principio, los norteamericanos negaron que llevasen la cuenta de los muertos civiles, y el anterior presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró en su día que Estados Unidos haría todo lo posible por evitar ese tipo de muertes, algo que contradicen las cifras publicadas, que hablan además de 176.000 heridos.
En ese período de cinco años, un total de 180.000 iraquíes, uno de cada cincuenta adultos varones, fueron además encarcelados, y los norteamericanos hicieron la vista gorda a las torturas e incluso asesinatos por las fuerzas de seguridad de ese país.
10.000 muertos de un disparo en la cabeza
Los despachos publicados ahora revelan que se ordenó expresamente a los militares estadounidenses que no investigaran la violencia ejercida por unos iraquíes contra otros, a lo que estaban obligados como potencia ocupante: más de 32.500 asesinatos, más de 10.000 muertos de un disparo en la cabeza, casi 450 decapitados.
Por primera vez se conocen los nombres de muchas de esas víctimas y "cada una de ellas cuenta una historia de sufrimiento humano y de muerte", ha señalado John Sloboda, responsable de la organización británica "Iraq Body Count", que participó en una conferencia de prensa en Londres junto al fundador de Wikileaks, Julian Assange.
Según Sloboda, "no podrá cerrarse el capítulo de ninguna guerra mientras no se reconozca hasta la última víctima y sus circunstancias", lo que hacía, dónde trabajaba, cómo murió, dónde está enterrado, algo que tal vez posibiliten por primera vez los documentos filtrados. Los 15.000 civiles muertos de los que no se había tenido hasta ahora noticia equivalen a cinco veces las víctimas del ataque terrorista del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York, ha añadido.
Próximo avance: la guerra de Afganistán
Durante la conferencia se ha anunciado también la próxima publicación de 15.000 nuevos documentos secretos sobre las acciones del Ejército estadounidense en la guerra de Afganistán, conflicto sobre el cual Wikileaks filtró ya hace unos meses 92.000 documentos a dos diarios, el New York Times y The Guardian, y al semanario alemán Der Spiegel.