Antonio Banderas dedica su Espiga de Honor a Vicente Alexandre y a los jóvenes
- Ha recibido el premio honorífico en reconocimiento a su trayectoria
- Lo ha recogido, muy emocionado, de manos de Imanol Arias y Juan Diego
El actor, director y productor malagueño Antonio Banderas ha dedicado la Espiga de Honor concedida por la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) al actor Manuel Alexandre, recientemente fallecido, y a los jóvenes, a quienes ha trasladado un mensaje de esperanza y una invitación a "no dejar nunca de soñar".
"En este mundo confuso, violento y muy difícil que nos ha tocado vivir, quiero dedicar este premio a la gente joven, a todos los que han terminado una carrera o que encuentran problemas para desarrollarse profesionalmente", ha dicho un emocionado Banderas tras recibir el galardón de manos de Imanol Arias y Juan Diego.
Para que "nunca dejen de soñar, que sean persistentes, que se la jueguen: la palabra imposible no existe. Si Banderas (ha dicho de sí mismo) se marchó a EE.UU. con el dinero de la venta de una moto vieja y lo ha estirado durante 21 años, cualquiera puede conseguirlo", ha añadido el actor malagueño.
Recuerdo para Manuel Alexandre
Recién llegado de Toledo, donde rueda a las órdenes de Pedro Almodóvar La piel que habito, se ha acordado del recientemente fallecido Manuel Alexandre, a quien recuerda como "un hombre bueno, lo cual en los tiempos que corren no deja de ser algo extraordinario, no es fácil".
"Nunca fue un secundario, sino un actor, un hombre bueno y una parte de este premio es para él", ha insistido antes de recordar a los también fallecidos Miguel Delibes, un escritor que "elevó muy alto el nombre de esta tierra", y también a Claude Chabrol, la última voz de la Nouvelle Vague francesa, que fue "un gran director".
Los premios como el que este sábado ha recibido en el Festival de Valladolid, donde en 1989 ya recogió el del mejor actor de manos de José Luis López Vázquez por su participación en La blanca paloma (1989), "estimulan, nos ayudan en nuestra carrera para seguir creyendo que comunicamos con la gente", ha manifestado.
No ha olvidado a Pedro Almodóvar, quien le hizo debutar en Laberinto de pasiones (1982) y que ha evocado como "una persona que, con todas sus dificultades y rarezas, ha significado mucho en mi carrera".
Icíar Bollaín abre el festival
La ceremonia inaugural ha comenzado con una batukada y bailes brasileños en honor a Brasil, el país invitado en esta edición en la que se proyectarán 103 largometrajes y 47 cortos.
Los festivales como refugio e impulso para el cine de autor, el que se hace al margen de los grandes estudios y presupuestos, ha sido la defensa que ha hecho en su carta el director del festival, Javier Angulo, que ha leído la madrina de esta edición, la actriz Pilar López de Ayala.
Un abarrotado Teatro Calderón ha acogido la ceremonia de apertura de la 55 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), donde se ha proyectado con un gran recibimiento el filme También la lluvia, de Icíar Bollaín.
A la entrada de la gala se ha concentrado un grupo de personas portadoras de pancartas con consignas en contra del alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, por las declaraciones que hizo días atrás sobre la nueva ministra de Sanidad, Leire Pajín.