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La UE se prepara para enterrar la propuesta de Moratinos de cambiar la posición sobre Cuba

  • Jiménez se estrena este lunes con una previsible negativa de Los 27
  • Ashton tratará de conseguir un mandato para hablar con la isla
  • Países del este y Alemania, reacios a cualquier gesto hacia el régimen

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Fue su empeño constante en los últimos meses de su mandato; la asignatura pendiente de la Presidencia Española; lo que impulsó su mayor logro diplomático -la liberación de los 52 presos del Grupo de los 75 que quedaban en la cárcel en Cuba- y, este lunes, su última derrota, aunque no la vivirá él, sino su sucesora, Trinidad Jiménez.

La Posición Común sobre Cuba se mantendrá tras la reunión de trabajo de los ministros de Exteriores de la UE, aunque la Comisión Europea, encabezada por la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton, propondrá algún gesto de acercamiento a la isla para premiar los esfuerzos del ya ex ministro.

Tras varios aplazamientos, la imposibilidad de un acuerdo de Los 27 para cambiar esta posición fijada a finales de la década pasada a iniciativa de José María Aznar quedó en evidencia el pasado martes a nivel diplomático.

Reticencias del Este

En ese foro, países como la República Checa o Suecia mostraron su negativa a que se cambiase la posición europea, al considerar insuficientes los gestos realizados hasta el momento por la isla. La reticencia de Alemania terminó por desequilibrar la balanza.

La posición fue aprobada en 1996 y condiciona la normalización de las relaciones entre la Unión y Cuba a los progresos en materia de derechos humanos y democratización en la isla.

En opinión del Gobierno español, había llegado la hora de sustituirla por un marco bilateral de relaciones que favorezca la interlocución con todos los sectores de la sociedad cubana, incluida la disidencia, sin renunciar a exigir la democratización de la isla.

El propio régimen cubano había condicionado cualquier diálogo con la UE al cambio de esa posición.

"La posición común no se ha podido cambiar porque los estados miembros quieren más información y que haya contactos directos con la Comisión Europea", considera José Ignacio Torreblanca, director de la oficina en Madrid del European Council of Foreign Relations (ECFR).

Torreblanca considera que, pese a los avances conseguidos en la liberación de presos políticos, Moratinos no ha logrado garantías en Cuba y apoyos en los grandes países europeos que hubiesen obligado a los países del bloque del Este a ceder y aceptar el cambio del marco en las relaciones.

La propuesta de Ashton

Así las cosas, lo que se decidirá este lunes no es el cambio de la posición común, sino la propuesta de Ashton de que se otorgue un mandato exploratorio a la Comisión Europea con el que se podría llegar a algún "acuerdo bilateral simplificado", que englobaría el diálogo político, la cooperación al desarrollo y las relaciones comerciales con la isla.

Aunque este movimiento dista mucho de las tesis defendidas hasta ahora por España a través de Moratinos, fuentes diplomáticas españolas creen que si la UE da ese paso sería "el principio del acta de defunción" de la Posición Común.

España renuncia en cierto modo a cambiar la postura europea y espera, por tanto, que el debate del lunes se centre más en las relaciones futuras con Cuba, único país de América Latina con el que la UE no tiene un vínculo contractual.

El problema es que tampoco ese acuerdo está cerrado, y de hecho la posición se debatirá en el almuerzo de trabajo y no en la reunión, de forma que si no existe un pacto de mínimos se podría volver a retrasar.

El poder de los disidentes

El debate sobre Cuba será el primero desde junio, cuando decidieron posponer al otoño su deliberación para "dar tiempo" al proceso de diálogo establecido entre el Gobierno cubano y la Iglesia católica, que ha dado como fruto la puesta en libertad de prisioneros políticos.

Por medio de ese diálogo, Cuba se ha comprometido a liberar antes del 7 de noviembre a los 52 presos políticos que quedaban de los 75 opositores encarcelados durante la llamada Primavera Negra de 2003, un episodio que llevó a la UE a imponer sanciones diplomáticas a Cuba.

Por el momento, Cuba ha liberado a 39 presos del "Grupo de los 75" y a cinco más que no pertenecen a ese colectivo.

Sin embargo, el premio Sájarov al disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre precisamente por la situación de los presos liberados, es una muestra de que en Bruselas y en Estrasburgo las palabras de los disidentes se siguen escuchando bien alto.

Y sus palabras han sido, uno tras otro a su llegada a España, que la UE no debe cambiar su postura y que los cambios en la isla son meramente cosméticos.

"Lo que busca el régimen cubano es que la Unión Europea retire su posición común respecto a la isla y por eso no debe hacerlo", ha asegurado Arturo Pérez, el último preso en llegar junto a otros dos disidentes, a su llegada al hostal madrileño donde se alojarán.

Cierre de etapa

Con el debate del lunes -que en el mejor escenario para España supondría que ahora pasaría el relevo a Bruselas en el diálogo político con la isla- la nueva ministra de Exteriores verá cómo se cierra uno de los grandes flancos de su predecesor y podrá empezar a perfilar sus propias prioridades.

Para el director del ECFR en Madrid, lo ocurrido con la posición común muestra en buena parte los fallos de la política exterior de su predecesor, centrada en la resolución bilateral de asuntos que solo pueden tener una resolución a nivel europeo.

"Si tienes unas energías y unos recursos limitados a hacer cinco veces algo que no consigues, quizá deberías haber cambiado de objetivo", sentencia.