Enlaces accesibilidad

Intensifican el operativo de búsqueda tras identificar a los atracadores de Cambrils

  • Los dos fugados hablaban en castellano e iban con postizos
  • El disparo que mató a la trabajadora pudo ser accidental

Por
Los atracadores de Cambrils, grabados

El operativo de búsqueda de los dos atracadores, que causaron la muerte de una empleada en una sucursal del Banco Santander, en Cambrils (Tarragona) se ha intensificado y se ha extendido a las áreas limítrofes de Aragón y Comunidad Valenciana, según han confirmado fuentes policiales.

Los agentes buscan a dos delincuentes con antecedentes penales, incluso con algún ingreso en prisión, tras identificarlos gracias a  las cámaras de seguridad, pese a que se habían disfrazado con gafas, postizos y una gorra.

La grabación, de casi un minuto de duración, permite ver a los dos individuos frente a la caja, uno de complexión delgada ,con gorra y  gafas, de aproximadamente 1,65 metros de estatura, y otro más grueso, con peluca y bigote postizo, unos diez centímetros más alto.

En contra de lo que se especuló en un primer momento, en el que se atribuyó la autoría a dos personas extranjeras del este de Europa, los dos fugados hablaban castellano entre ellos.

La víctima no opuso resistencia

La investigación del caso ha determinado que el disparo mortal,  que alcanzó en el cuello a la empleada, se produjo a través de la  trampilla del cristal de seguridad, y la víctima no se negó en ningún momento a dar el dinero a los asaltantes, por lo que se baraja la  hipótesis de que el tiro se produjese de forma accidental, momento en el que huyeron precipitadamente sin ningún botín.

Durante este martes se produjeron protestas silenciosas en toda España delante de las entidades bancarias por el riesgo que asumen los cajeros, y fue especialmente significativa la de la sucursal central del Banco de Santander en Tarragona.

También se concentraron centenares de personas delante de los Ayuntamientos de Cambrils y en Sant Carles de la Rapita, de donde era natural la víctima, Estela C., y también en los centros de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, donde estudiaba  Económicas.