Kirchner deja a medio camino la 'era K'

• Cristina y Néstor eran un tándem político que trataba de emular a los Perón
• La recuperación económica y social fue su mayor logro
• El 'kirchnerismo' fue visto por algunos como un monopolio de poder

El tándem político de los Kirchner se queda huérfano tras la inesperada muerte del ex presidente argentino.

Nacido hace 60 años en Río Gallegos, capital de la sureña región de Santa Cruz de la que llegó a ser gobernador para saltar luego a la política nacional, Néstor Kichner se apuntó en la década de los 70 al justicialismo o peronismo, esa mezcla de movimiento político, populismo social y militancia casi religiosa que ha marcado la vida en Argentina desde mediados del siglo XX.

En esa época, como estudiante universitario, conoció a la que luego sería su esposa, Cristina Fernández, para formar un tándem político que años después, para algunos, ha intentado emular a aquella pareja histórica formada por Juan Domingo Perón y Eva Duarte. 

El mérito que más se atribuye a Kichner fue lograr, tras su elección como presidente en 2003, que Argentina volviera a confiar en sí misma después de unos años de crisis económica y social que habían colocado a la población argentina ante uno de los peores momentos de su historia.

La recuperación económica y social sirvió para incrementar su popularidad y permitirle lanzar, con éxito, la candidatura de su esposa para sustituirle en la presidencia.

Entre sus críticos este movimiento se vio como la creación de una especie de monopolio del poder, el 'kichnerismo', reforzado por las intenciones de Néstor Kichner de presentarse a las elecciones del próximo año, retomando el testigo de Cristina Fernández.

Y en los últimos tiempos pesaban sobre ellos acusaciones de un rápido enriquecimiento gracias a su poder político, si bien, dentro de Argentina, su popularidad no parecía haberse resentido mucho y era considerado favorito para volver a ocupar la presidencia.