Los candidatos brasileños ofrecen su cara más amable en el último debate antes de elecciones
- Ambos han seguido la estrategia de suavizar su imagen tras la campaña
- El tono de la charla ha sido moderado y han evitado dirigirse críticas directas
Los candidatos a la Presidencia de Brasil, la oficialista Dilma Rousseff y el opositor José Serra, se han esmerado en ofrecer su cara más amable en el último debate televisado antes de las elecciones de este domingo.
Tanto Rousseff, representante del Partido de los Trabajadores (PT, en el poder), como Serra, aspirante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) han seguido la estrategia de suavizar su imagen y pasar página a una campaña salpicada de ataques y constantes golpes bajos por parte de ambas formaciones.
“La campaña ha sido dura“
En su alocución final, Rousseff ha admitido que la campaña ha sido "dura" y ha dicho no guardar rencor por las "calumnias" dirigidas contra ella, a la vez que ha pedido el voto para encabezar un gobierno que se centre "en las personas y no en números, en el cemento o en el ladrillo".
Ambos candidatos se han mostrado más sueltos y espontáneos que en debates anteriores, han caminado por el plató del canal de televisión Globo aprovechando que no tenían atril y han respondido frente a frente a las preguntas realizadas por electores, que han sido previamente escogidos en función de que aún no habían definido su voto.
Tono moderado
El tono de la charla ha sido moderado, los dos políticos han evitado en todo momento dirigirse críticas directas y, al contrario que en el resto de los debates, no se han reprochado cuando el adversario ha sido huidizo o ha eludido una cuestión concreta.
Cuando un elector ha preguntado sobre la alta carga de impuestos y, al responder, Rousseff ha hablado sobre educación, Serra ha dejado pasar la oportunidad de poner en evidencia a la candidata del PT y ha dedicado su tiempo para prometer rebajas tributarias.
El tono comedido ha guiado a ambos hasta en el tema de la corrupción, una cuestión espinosa que podrían haber utilizado para ensañarse el uno con el otro por los escándalos recientes que han afectado a sus dos coaliciones.
En lugar de sacar a relucir a la reciente dimisión de la sucesora de Rousseff en el ministerio de la Presidencia, Erenice Guerra, por un caso de corrupción, Serra se ha centrado en pedir el refuerzo de los órganos de control a los políticos.
El opositor también ha aprovechado para defender la independencia de la prensa, que recientemente ha recibido críticas por parte del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha acusado a algunos medios de "comportarse como un partido político".
Serra ha dicho que la prensa "no puede ser cohibida, perseguida o presionada" puesto que es la que descubre "gran parte de las irregularidades" cometidas por políticos.
El debate marca el fin de la campaña
Dejando de lado el choque, ambos candidatos han hablado sobre propuestas en salud, educación, agricultura, saneamiento y medioambiente, temas en los que los sus partidos comparten la misma visión en grandes líneas y que, por el escueto tiempo del que disponían para argumentar, difícilmente podrían haber profundizado hasta confrontar sus diferencias.
Las mayores divergencias se han visto en el abordaje de las políticas sociales y los programas de distribución de renta, de los que dependen cerca de 14 millones de familias en el país.
Rousseff ha defendido los programas impulsados por el Gobierno de Lula, puesto que considera la mejoría de la vida de las personas como una "cuestión central".
Mientras tanto, Serra, aunque ha defendido el "fortalecimiento" de los subsidios a los pobres, también ha abogado por crear "mecanismos" para que en un tiempo "se libren de la necesidad" de estas ayudas.
El debate de Globo, el canal con mayores índices de audiencia, ha marcado el final de la campaña electoral en la radio y la televisión.
Los candidatos aún podrán pedir el voto este sábado en actos callejeros, antes de acudir a la segunda vuelta de este domingo, en la que Rousseff se presenta como favorita, con cerca de once puntos de ventaja en las últimas encuestas frente a Serra.