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Bush revela en sus memorias que valoró reemplazar a Cheney como vicepresidente

  • También reconoce errores en la campaña de Irak y en la respuesta al Katrina
  • El libro se publicará oficialmente el 9 de noviembre

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El ex presdiente de EE.UU., George W. Bush, durante un partido de fútbol americano en Texas
El ex presdiente de EE.UU., George W. Bush, durante un partido de fútbol americano en Texas

El ex presidente Estados Unidos, George W. Bush, consideró en una ocasión sustituir el vicepresidente Dick Cheney, según admite el propio Bush en sus memorias. En ellas también ofrece consejos sobre la economía de EE.UU. y admite hacer cometido errores sobre Irak y la tragedia del Katrina.

El libro de Bush, titulado El punto de decisión, que será presentado el próximo 9 de noviembre, está lleno de anécdotas y detalles sobre sus ocho años de mandato, que se inició con los ataques del 11 de septiembre de 2001 y terminó con una crisis económica en la que "me sentía como el capitán de un buque en naufragio", según ha admitido el propio ex presidente.

Bush describe en su libro los muchos errores relacionados con la campaña de Irak, así como el fracasado intento de encontrar armas de destrucción masiva, a pesar de recibir numerosos informes de inteligencia que apuntaban a su existencia.

"Nadie estaba más sorprendido o enfadado de lo que lo estaba yo cuando no encontramos las armas. Tenía un repugnante sentimiento cada vez que pensaba en ello. Todavía lo tengo", admite el ex presidente.

La dimisión de Cheney

El libro también incluye la revelación de que el polémico ex vicepresidente Cheney se había ofrecido voluntariamente para abandonar el cargo en 2003 para que Bush pudiera elegir a otra persona como vicepresidente para su campaña de 2004.

Bush describe que consideró la oferta, aunque valoró la ayuda que Chaney dio "con una parte importante de nuestra base", y que "se había convertido en un pararrayos contra las críticas de los medios de comunicación y la izquierda."

Sin embargo, aunque al ex presidente no le gustaba la imágen que mostraban los críticos sobre Cheney, admitía que aceptar su dimisión ayudaría a demostrar que él estaba al frente", ha escrito Bush.

El ex presidente relata que valoró con sus asesores si preguntar al senador republicano Bill Frist si quería acompañarle en las listas en lugar de Cheney, pero que en última instancia valoró la mano firme del ex vicepresidente.

Bush, de 64 años, ha permanecido fuera de la escena pública y ha mantenido sus opiniones en privado desde que salió de la Casa Blanca a principios de 2009. Sus indices de aprobación estuvieron en torno al 30% al final de su mandato.

Aunque este libro es un esfuerzo por impulsar su malograda imagen, el propio ex presidente ha reconocido que cree que pasarán décadas antes de que un juicio sobre su presidencia pueda ser realmente valorado.

"Sea cual sea el veredicto de mi presidencia, me siento cómodo con el hecho de que no van a estar para escucharlo", escribe en el libro, cuya copia fue obtenida por Reuters este martes, día en el que EE.UU. ha celebrado las elecciones legislativas en las que los republicanos se disponían a recuperar la mayoría.

El ex presidente no ha ofrecido en el libro ningún juicio de valor sobre su sucesor, el presidente Barack Obama, quien, durante este año, ha atacado en varias ocasiones las políticas económicas de Bush.

Consejos sobre economía

También rechaza todas las acusaciones, lanzadas tanto desde los demócratas como desde los republicanos, que le acusan de haber dilapidado el superávit presupuestario que le dejó su antecesor demócrata, Bill Clinton, cuando asumió el cargo en 2001.

"Eso nunca se hizo. Gran parte del superávit fue una ilusión, basada en la suposición errónea de que el auge de 1990 continuaría. Una vez llegó la recesión y el ataque del 11 S, hubo pocos ataques de izquierda", escribe George W. Bush.

También defiende el programa de rescate bancario que empezó y continuó Obama, el Programa de Alivio para Activos en Problemas, que fue un crédito para salvar el sistema financiero de EE.UU. del colapso a finales de 2008. Muchos conservadores han considerado al programa una pérdida de dinero de los contribuyentes.

El libro describe su adicción juvenil al alcohol y cómo, estando borradno en una cena con sus padres, le preguntó a una mejor: "¿Como es el sexo después de los 50? ".

Años más tarde, cuando Bush cumplió esa edad, la mujer le devolvió el favor con una nota: "Bueno, George, ¿cómo es?"

El peor momento de la presidencia

Bush dejó de beber en 1986 a los 40 años, encontró la religión y su carrera despegó. Se enteró de que había ganado la disputada elección presidencial de 2000 gracias a un fallo de la Suprema Corte mientras estaba acostado en la cama.

El ex presidente, acusado por muchos estadounidenses de dar una respuesta fallida al huracán Katrina, ha reconocido que su error inicial fue no haber comunicado su preocupación por las víctimas de la tormenta, muchos de los cuales eran negros.

También ha reconocido que no debería haber sobrevolado con el Air Force One de Nueva Orleans mientras que gran parte de la ciudad estaba bajo el agua.

Además, Bush reconoce que las acusaciones de los críticos de racista por su respuesta al Katrina "fue el peor momento de mi presidencia. Siento lo mismo hoy en día", escribe el ex presdiente.