El primer 'nacimiento virgen' de una boa
- Ha dado a luz, sin aparearse con ningún macho, dos camadas de 22 serpientes
- Las características genéticas de las crías son diferentes a todos los registros
- Este proceso, la partenogénesis, es muy poco común entre los vertebrados
Muchos invertebrados, como los insectos, pueden tener descendecia sin haber copulado. Habitualmente lo hacen por clonación, y sus crías son genéticamente idénticas.
Pero entre los vertebrados son toda una novedad, porque sólo están documentados en menos del 0,1% de estas especies.
En este caso ha sido una boa constrictor, que ha dado a luz a dos camadas extraordinarias. Ha tenido múltiples 'nacimiento virginales' y ha conseguido 22 crías que no tienen padre. El primer caso conocido entre las serpientes boa.
Y no sólo eso, si no que la composición genética de los 'bebés' es distinta a cualquiera de lo registrado previamente entre los animales vertebrados, el grupo que incluye a casi todos los animales con espina dorsal.
Todas las crías han sido hembras y su análisis genético ha confirmado que no están vinculadas a ninguno de los machos que se habían apareado con la madre, según el estudio publicado en la revista Royal Society journal Biology Letters, liderado por el Doctor Warren Booth, de la Universidad de Carolina del Norte
Unos 'bebés' especiales
Además, estos reptiles determinan su sexo de forma diferente a los humanos. Los machos tienen dos cromosomas Z y las hembras un Z y otro W.
Pero en este caso, las crías tienen dos cromosomas W. Y los científicos no saben cómo explicarlos porque nunca han encontrado animales de estas características.
No está claro que cómo estas serpientes son capaces de sobrevivir, ni cómo la madre ha conseguido camadas tan numerosas.
Y la partenogénesis -como se conoce científicamente este proceso- suele ser uno de los últimos recursos que emplean las hembras para reproducirse cuando no hay machos a su alrededor.
Las serpientes no son los únicos vertebrados que han conseguido descendencia sin cópula. En 2006, los científicos descubrieron que dos dragones de Komodo (Varanua komodoensis) tuvieron huevos que se desarrollaron sin ser fertilizados por el esperma.
Posteriormente, en 2007, otros científicos descubrieron que hembras en cautiverio de tiburón martillo (Sphyrna tiburo) también se podían reproducir sin tener relaciones sexuales, aunque siempre son una novedad porque generalmente los vertebrados se reproducen sexualmente.