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Israel no cooperará con la UNESCO por la catalogación de varios santurarios en Cisjordania

  • Son la Tumba de Raquel y la Cueva de los Patriarcas
  • La UNESCO no los reconoce como israelíes por estar en territorio palestino

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Ultraortodoxos judíos rezan ante la Tumba de Raquel, en Belén, Cisjordania
Ultraortodoxos judíos rezan ante la Tumba de Raquel, en Belén, Cisjordania

El viceministro israelí de Exteriores, Dany Ayalón, ha afirmado que su país "no tiene intención de cooperar con la UNESCO" (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en la administración de cinco sitios protegidos situados en territorios de autonomía palestina.

La decisión se ha originado como acto de protesta después de que la organización se haya negado a considerar la Tumba de Raquel y la Cueva de los Patriarcas, dos santuarios sagrados para Islam y judaismo, como lugares de interés histórico de Israel.

En una comparecencia ante el Parlamento israelí (Kneset), Ayalón ha dicho que "debemos ver la decisión de la UNESCO de retirar la Cueva de los Patriarcas y la Tumba de Raquel de la lista de sitios nacionales de Israel como parte de la escalada palestina en el seno de organizaciones internacionales".

"Intentos de desconectar a Israel de su herencia"

Estas palabras del segundo responsable de la diplomacia israelí siguen a las del primer ministro, Benjamín Netanyahu, que calificó el pasado fin de semana de "absurda" la decisión de la UNESCO.

"Los intentos de desconectar al pueblo de Israel de su herencia son absurdos", dijo Netanyahu en alusión a la relación entre los judíos y la Cueva de los Patriarcas en Hebrón y la Tumba de Raquel en Belén.

"Si los lugares donde están enterrados los patriarcas y matriarcas del pueblo judío- Abraham, Isaac, Jacob, Sara, Lea y Raquel- desde hace unos 4.000 años no son parte de la herencia judía, entonces ¿Qué es parte?" de nuestra herencia, se preguntó Netanyahu en un comunicado condenatorio.

Tres veces santos

Para los judios, la Tumba de Raquel recoge los restos de la mujer de  Jacob, uno de sus principales referentes, mientras de que la Tumba de  los Patriarcas, en Hebrón, recogería los restos de algunas de las  parejas bíblicas más importantes del judaismo, entre ellos Abraham y  Sara o Isaac y Rebeca.

El problema es que para los musulmanes la Tumba de los  Patriarcas de Hebrón es la Mezquita de Ibrahim,  y la Tumba de Raquel, la  Mezquita de Bilal bin Rabah, ambos lugares santos del Islam.

Ambos lugares santos están venerados por las tres religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam), y se encuentran en ciudades palestinas aunque son controlados por las fuerzas de seguridad israelíes.

Este 2010, el gobierno israelí declaró unilateralmente los santuarios  Lugar de Interés Historico del Estado de Israel, lo que originó  protestas palestinas que incrementaron las tensiones ya existentes en Jerusalén.

Por su parte, la UNESCO ha decidido no reconocerlos como parte de Israel por estar en territorio autónomo palestino.

Lo hizo mediante la aprobación por amplia de mayoría una iniciativa promovida por los  estados árabes que reconoce a ambos lugares como mezquitas, que forman  parte integral del territorio palestino y cualquier intento de Israel de  atribuirlos a su patrimonio cultural viola la legalidad internacional.