Las víctimas del seísmo se atrincheran en sus tiendas mientras la tormenta Tomas amenaza Haití
- Se niegan a ser evacuados pese a la orden de las autoridades
- El presidente del país les dice por radio que protejan sus vidas
- La tormenta podría provocar inundaciontes y deslizamientos de tierra
- La epidemia de cólera podría llegar a la capital entre el desastre
Haití se prepara este jueves para afrontar la llegada de la tormenta tropical Tomas, que podría provocar "inundaciones mortales y deslizamientos de tierra" mientras las víctimas del seísmo del pasado enero que viven desde entonces en los campamentos provisionales levantados por la ONU se niegan a marcharse pese a la orden de evacuación de las autoridades.
Se espera que Tomas llegue a la isla esta misma noche, golpeando la tierra con olas y lluvias torrenciales que pueden dejar entre 25 y 35 centímetros de agua por metro cuadrado en algunas zonas.
La situación es de alto riesgo dado que 1,3 millones de desplazados siguen viviendo en los campamentos de la ONU, algunos situados en zonas de alto riesgo para inundaciones y deslizamientos, mientras una epidemia de cólera ha dejado ya más de 440 muertos.
Ante esta situación el presidente del país, René Preval, se ha dirigido a sus conciudadanos por radio para decirles que protejan sus vidas.
Así, una fuente de la Dirección de Protección Civil ha detallado que se estaban habilitando autobuses para realizar las evacuaciones, que afectarán sobre todo a los damnificados que viven en campos de desplazados en torno a la capital.
Otras ciudades en las que se ha puesto en marcha la movilización de recursos son Jacmel (Sureste), Jérémie (Suroeste) y Gonaives (Norte).
"Si hasta el final de la tarde las personas se niegan a desplazarse, se empleará la fuerza", han indicado las autoridades, que han subrayado que se están buscando "lugares seguros" para aquellas personas que no tienen posibilidad de encontrar refugios.
Lejos de los campamentos, muchos de los haitianos que se lo pueden permitir (se estima que más del 70% de ellos vive en la pobreza) se lanzaron a los supermercados y agotaron las existencias de productos básicos como el pan, que no podía encontrarse en comercios de Petion Ville, un área residencial de gran actividad.
Desconfianza
Sin embargo, en el campo de Corail Cesselesse, el más grande de la región de Puerto Príncipe, la mayor parte de los residentes se niegan a marcharse.
Uno de ellos es Jean Wilford, un joven de 20 años, que responde así: "Quiero seguir aquí, soy joven, puedo vivir a la intemperie. No voy a abandonar el sitio en el que vivo".
Con un cigarro en la mano, Natacha Jean se niega también a irse del campamento. "No nos iremos de aquí, ninguna persona podrá desplazarnos. Estamos aquí desde hace ocho meses, no abandonaremos nuestra tienda", asegura. "¿Irme adónde? Tengo un hijo, quiero seguir aquí", añade.
Por su parte, Kerline reúne sus escasas pertenencias, decidida a encontrar refugio con sus dos hijos en la casa de familiares que residen en la capital.
El director del campamento, Bryant Castro, empleado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ha detallado que 1.800 personas se encuentran en un hospital, haciendo hincapié en que se da prioridad a las mujeres embarazadas, niños y personas mayores.
En otro campamento, el de Corail, donde viven 2.000 personas y vulnerable a varias corrientes, cientos de jóvenes se han enfrentado al personal humanitario al negarse a irse.
"Estamos descontentos porque no nos han dicho donde vamos a ir", se queja Domarcand Fenel, el jefe del comité de residentes en el campamento.
"La gente cree que quieren expulsarnos", detalla.
Fuertes vientos
Entretanto, la tormenta avanza. A las 16:00 hora española se encontraba a 475 km al suroeste de Puerto Príncipe, con vientos de 85 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Tomas se dirige hacia el norte a unos trece kilómetros por hora y según los meteorólogos de EE.UU. debe "pasar por encima o cerca de Jamaica y Haití esta noche".
La tormenta, que podría "causar inundaciones y deslizamientos letales" se espera que se fortalezca en las próximos 24 a 36 horas, según el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU..
El presidente René Preval ha comenzado una gira de sensibilización en varios departamentos del país, tratando de convencer a la gente en zonas de riesgo para que se vayan, anunciando medidas para ayudar a los más expuestos a los elementos. Además, la alerta roja ha sido declarada en todo el territorio.
Y encima el cólera
El país más pobre de Latinoamérica está luchando por recuperarse del terremoto de enero, pero también es golpeado por una epidemia de cólera, que suma ya al menos 442 muertos.
Los movimientos de población que se esperan por la tormenta "amenazan, con posibles inundaciones y la consiguiente degradación de las condiciones de salud, en aumentar el riesgo de propagación del cólera, especialmente en la capital", ha advertido la Agencia Francesa para la Cooperación Técnica de Asistencia y el Desarrollo (ACTED) en un comunicado.
Estados Unidos ha enviado una flota de helicópteros para prestar asistencia humanitaria mientras que en Puerto Príncipe la ONU ha destinado víveres para satisfacer las necesidades alimentarias de más de un millón de personas.T
Thomas ya ha matado al menos 14 personas en la pequeña isla caribeña de Santa Lucía. La alerta de huracán está en efecto para Haití, el sureste de Bahamas, las islas Turcas y Cocos y parte de Cuba.