"El Rubens de los 360º", una mirada inédita a la colección del Prado
- La exposición está montada cronológicamente y con los cuadros juntos
- Recoge del 5 de noviembre al 23 de enero las 90 obras que posee el museo
"Un Rubens de 360º". Así ha definido el director del Prado, Miguel Zugaza, la exposición que se inaugura este viernes dedicada al maestro flamenco, y que reúne la colección completa que posee el museo -la mayor y una de las mejores del mundo-, por su "singular" montaje, que rompe con la narrativa expositiva tradicional.
Las 90 obras que se exponen de Pedro Pablo Rubens (Siegen, 1577 - Amberes, 1640) siguen exclusivamente el criterio cronológico -con obras de 1603 a 1641- y se muestran como secuencias concatenadas de un plano panorámico continuo. Literalmente, los cuadros están pegados unos a otros, algo que puede ser, en principio, chocante cuando se entra a un templo museístico como el Prado, pero que funciona.
"Si se cuelgan uno junto a otro, en todos ellos parece que hay continuidad del cuadro anterior y anuncio del cuadro siguiente, parece que la acción entra por un sitio y sale por otro", ha explicado el comisario de la exposición y jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte, Alejandro Vergara, en la presentación de la exposición, que se prolongará hasta el 23 de enero.
Según Vergara, esta disposición permite obtener una mirada nueva, distinta sobre la obra de Rubens y no mediatizar al espectador, sino "que decida qué es lo que quiere ver". De hecho, ha puesto el ejemplo de un profesor de Bruselas experto en Rubens que visitó el Prado cuando se estaba montando la exposición y, "tras su sorpresa inicial y no sé si incluso susto" reconoció que había obtenido una sensación diferente del pintor flamenco, pese a conocer sobradamente su amplia obra, de unos 9.000 lienzos.
Reivindicar a Rubens
La nueva exposición, provocada por el inicio de las obras de acondicionamiento de las actuales salas dedicadas al pintor por el proyecto "La Colección. La otra ampliación", pretende también "reivindicar" la figura de este artista, ante el que el público es "un poco indiferente", para poner de relieve la calidad de su obra, según Zugaza.
El orden cronológico de la muestra permite apreciar la evolución del estilo de Rubens, con una primera parte en la primera sala en la que predomina el gusto de un "pintor casi escultórico" y muy influenciado por Miguel Ángel, en el que priman las formas y su fuerza expresiva. Ejemplo de ello es Lucha de San Jorge y el dragón (h. 1606-1608) y la gran serie del Apostolado, en la que se podrán contemplar cuadros no expuestos en los últimos años como San Mateo (c. 1610-1612).
En la segunda sala encontramos a un pintor que "parece haberse olvidado de las formas y éstas se diluyen mucho" para potenciar la narrativa de los cuados y transmitir su contenido poético, asegura Vergara. En esta segunda parte podrá verse la serie completa encargada por Felipe IV -Rubens fue el pintor favorito del monarca- para el pabellón de caza de los montes del Pardo y obras como Atalanta y Meleagro cazando el jabalí de Calidón (h. 1636) y Diana y sus ninfas sorprendidas por sátiros (1638-1640), que expresan el amor del artista por el campo y su profunda sintonía con la vitalidad de la naturaleza.
En la muestra de la colección del Prado de Rubens, que fue el artista más admirado de su época en Europa, no faltan otras grandes obras maestras, como La Adoración de los Magos (1609), El jardín del Amor (h.1633), Las tres Gracias (h.1635) o Diana y Calisto (1638-1640).
Documental sobre su vida
La exposición está acompañada de un documental del Museo del Prado dedicado al artista titulado Rubens. El espectáculo de la vida, que se ha venido realizando en los últimos años y que supone un acercamiento a la carrera artística y a la obra pictórica de este genio de la pintura.
El documental, que se proyectará en el auditorio los sábados y domingos hasta la clausura de la muestra, está hilado argumentalmente en base a la abundante correspondencia del artista e incluye intervenciones de personalidades ajenas a la historia del arte, como las del bailaor y coreógrafo Israel Galván, la oscarizada diseñadora de vestuario Yvonne Blake o el filósofo Javier Gomá.
Una vez que se descuelguen estos cuadros de las salas de exposiciones temporales, según su director, el museo pretende en su nueva organización expositiva seguir dándole el "mucho protagonismo" que siempre le ha dado a Rubens y a la pintura flamenca para que el Prado siga siendo "una de las capitales del arte flamenco".