Al menos 18 presos muertos tras un motín en una cárcel brasileña
- Dos de los cinco guardias que estaban retenidos como rehenes han sido liberados
- La rebelión, que ha durado 30 horas, comenzó este lunes
Un motín en un presidio de la ciudad brasileña de Sao Luis ha dejado tras 30 horas de rebelión 18 presos muertos. Además, tres guardias continúan retenidos desde el lunes como rehenes, después de que otros dos hayan sido liberados.
Los amotinados mantuvieron como rehenes a seis guardias. En la mañana de este martes dejaron salir a dos de ellos y posteriormente han liberado a otroas cuatro, momento en el que además han entregado las armas.
El fin del conflicto ha sido posible gracias a que a primera hora se han reiniciado las negociaciones en las que han mediado un pastor evangélico y un juez, según la secretaría regional de Seguridad de Maranhao.
Los presos asesinados, víctimas de ajustes de cuentas
Los 18 presos asesinados al parecer fueron víctimas de ajustes de cuentas entre bandas rivales de internos. Además, un funcionario de prisiones resultó herido de bala en una pierna y en la espalda en la noche del lunes.
Los amotinados tomaron en la mañana del lunes el control de una de las unidades del Complejo Penitenciario de Pedrinhas en la que durante unas 30 horas permanecieron hacinados 200 reclusos tras rendir y arrebatar el arma al funcionario que fue herido.
La rebelión se extendió este martes a otra de las unidades, donde se ha registrado un tiroteo entre presos y policías.
Los presos no tenían reivindicaciones, sólo querían huir
Los presos rechazaron inicialmente los intentos de negociación emprendidos por la Policía Militarizada de Maranhao, que mantiene cercado el presidio, por lo que la gobernadora del estado, Roseana Sarney, pidió ayuda al ministro de Justicia, Luiz Paulo Barreto.
Los amotinados aceptaron las negociaciones con la llegada del pastor evangélico Marcos Pereira y el juez Marcelo Lobao, que transmitieron la promesa de la dirección del presidio de promover mejoras en el abastecimiento de agua y en la calidad de la alimentación.
Los presos, que inicialmente no tenían reivindicaciones ya que su objetivo supuestamente era huir, lo que fue frustrado por los guardias, exigían después la separación de internos que pertenecen a grupos rivales, la aceleración de los procesos judiciales y mejoras en la alimentación.
Pedrinhas es el mayor centro penitenciario de Maranhao y está integrado por seis unidades que cuentan con capacidad para unos 2.000 presos, pero en las que están internados cerca de 4.000 reclusos, según admite el propio gobierno regional.