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La UE debería invertir 1 billón de euros para garantizar un correcto suministro energético

  • Así lo estima la Comisión Europea en su nueva estrategia energética
  • Significaría triplicar la inversión de aquí a 2020

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La Comisión Europea (CE) ha presentado este miércoles su nueva estrategia en materia de energía de cara a 2020, en la que subraya la necesidad de invertir un billón de euros en infraestructuras energéticas en los próximos diez años, y apuesta por la eficiencia, la ampliación de acuerdos internacionales y la innovación.

"Para conseguir una economía eficiente, competitiva y de baja emisión de carbono, debemos europeizar nuestra política energética y centrarnos en un reducido número de prioridades importantes", ha destacado en una rueda de prensa el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger.

En la comunicación -un documento no legislativo- presentada, el Ejecutivo comunitario fija cinco objetivos prioritarios sobre los que desarrollará durante los próximos 18 meses iniciativas legislativas concretas, a las que también contribuirá la cumbre de líderes de la UE sobre energía que tendrá lugar el 4 de febrero, han precisado desde la CE.

Un mercado único de la energía antes de 2015

El primer punto de la estrategia se centra en el ahorro energético, en el transporte y eficiencia de los edificios, para los que Bruselas propondrá incentivos e instrumentos financieros para fomentar la inversión y la renovación en esas áreas.

Además, Bruselas exigirá al sector público que tenga en cuenta la eficiencia energética a la hora de adjudicar obras o adquirir servicios y productos.

En segundo lugar, la Comisión Europea ha fijado 2015 como fecha límite para que sea realidad un verdadero mercado interior de la energía, de manera que todos los Estados miembros se involucren antes de ese momento.

El comisario ha recordado que, en los próximos diez años, será necesario invertir un billón de euros en infraestructuras energéticas en la UE.

"En el futuro hará falta el triple de inversiones para construir nuevas redes y mantener las que ya hay", ha advertido Oettinger, quien ha apuntado que, si no se hace, no se cumplirán los objetivos medioambientales y las necesidades de consumo de la UE.

Para fomentar la realización de los principales proyectos estratégicos, Bruselas propone simplificar y agilizar la concesión de licencias de obras, estableciendo un plazo máximo hasta la autorización final.

"La calidad y la capacidad (actuales) no bastan para lo que nos exige el mercado europeo", ha comentado Oettinger, quien ha subrayado la importancia de la inversión privada para construir y mantener plantas y parques energéticos, así como del apoyo comunitario para financiar los estudios de su planificación.

Una sola voz en cuestiones energéticas

La Comisión también propone que los Veintisiete hablen con "una sola voz" en el ámbito mundial de la energía, y que coordinen entre ellos su política energética con terceros países.

En el marco de la Política de Vecindad, Bruselas insta a ampliar y profundizar el Tratado de la Comunidad de la Energía para "integrar aún más" a los Estados que quieran participar en el mercado único energético de la UE.

Oettinger ha destacado la importancia de estrechar los lazos con países como Noruega, Turquía o Georgia, y con regiones como los Balcanes y el Magreb.

"Necesitamos ampliar el mapa continental" de socios energéticos, ha enfatizado.

Por lo que respecta a Rusia y las crisis del suministro del gas procedente de ese país, el comisario ha asegurado que "ahora hay más intercambio de información" con ese país, con el que además se ha establecido un sistema de alerta precoz para evitar problemas de seguridad energética.

En cuanto a innovación, la CE anima a poner en marcha proyectos importantes para la competitividad europea, como las nuevas tecnologías para las redes inteligentes y el almacenamiento de electricidad, o la investigación sobre biocarburantes de segunda generación.

Oettinger ha indicado asimismo que el carbón europeo será "esencial en la mezcla energética europea" para 2020, y también las fuentes renovables.

Por último, para que la UE consuma una energía "segura y asequible", el Ejecutivo comunitario propone nuevas medidas sobre la comparación de precios, el cambio de proveedor y una facturación clara y transparente.