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Obama defiende en el cierre del G20 unos tipos de cambio que reflejen las realidades económicas

  • Los líderes han acordado evitar "devaluaciones competitivas" 
  • El objetivo, evitar la "guerra de divisas" y los desequilibrios mundiales

Ver también: Especial Cumbre del G20

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El G20 arrancó bajo el temor de que el enfrentamiento entre Estados Unidos y China focalizara todas las atenciones y terminara por convertirse en un "G2" por la "guerra de divisas" que ambos países mantenían.

Sin embargo,  los miembros del G20 han logrado alcanzar un acuerdo, suscrito en un documento, en la cumbre final celebrada este viernes en Seúl. El objetvo que han determinado en él es claro: evitar las "devaluaciones competitivas" para reducir los desequilibrios en el crecimiento mundial.

Para ello, han acordado establecer unas "guías indicativas" que serán las que midan los desequilibrios que, si llegan a ser peligrosos, generarán las consecuentes medidas de las que no se han aportado más detalles.

La sensación general tras dos días de negociaciones, confrontaciones y reuniones bilaterales es de satisfacción.

  • Lee Myung-bak: El presidente surcoreano ha resaltado esta idea de consenso pese a las confrontaciones iniciales. "En algún momento, el intenso cruce dialéctico entre los países hizo temer que se rompiera la unidad del G20, pero ahora la cumbre ha demostrado que permanece el espíritu de cooperación internacional del G20".
  • Barack Obama: El presidente de EEUU ha defendido durante la rueda de prensa al final de la cumbre del G20, que los tipos de cambio deben reflejar las realidades económicas. El comunicado del G20 considera que "las monedas deben reflejar los fundamentos del mercado, es la mejor manera de garantizar que todos nos beneficiamos" del crecimiento económico, ha defendido Obama. Por ello, el presidente estadounidense se ha referido al conflicto con China y ha asegurado que el yuan "está por debajo de su valor", lo que representa "un obstáculo no sólo para EEUU, sino también para muchos de los socios comerciales de China en todo el mundo".
  • Nicolas Sarkozy: El presidente francés ha centrado sus declarciones en la que es su próxima misión: asumir la presidencia del G20. Una presidencia que asegura que afronta con "responsabilidad y realismo" y en la que los detalles sobre cómo la realizará los expondrá en una rueda de prensa en el Eliseo el próximo mes de enero. Por otro lado, ha comunicado que se reunirá con Obama para analizar juntos los objetivos del G20.
  • Ban Ki-moon: El secretario general de la ONU ha subrayado que la iniciativa envía un "fuerte mensaje", el de que "invertir en desarrollar es invertir en la recuperación de todos". También ha insistido en que "las promesas hechas se deben mantener", y el reto ahora es "trasladar las palabras en acción sobre el terreno".
  • David Cameron: El primer ministro británico ha asegurado que se ha avanzado en el asunto de los desequilibrios gracias a que, poco a poco, China se está moviendo hacia una posición adecuada con la qie logre el reequilibrio de su economía". Por otro lado, en cuanto a la cumbre, ha defendido que en ningún momento ha pensado que se fuera a lograr "algo heroico" pero que, aún así, hay que destacar el "buen y constante progreso de la cumbre".
  • Naoto Kan: El primer ministro de Japón ha centrado sus declaraciones en la nueva realidad de la economía munidla que debe afrontarse: "La crisis financiera ha pasado su pico y los líderes compartimos la opinión de que el G-20 debe desempeñar ahora su papel en una nueva fase y colaborar en el proceso de recuperación de la crisis".
  • Stephen Harper: El primer ministro canadiense ha defendido una política de cooperación: "La credibilidad del G-20 no depende de los resultados que obtengamos aquí... y, además, no podemos salir de crisis ni de nada con las políticas de empobrecer al vecino. Necesitamos seguir coordinando nuestras acciones en el futuro. La recuperación es frágil. Seguimos avanzando en estos temas".