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El recorte de las prestaciones sociales puede retrasar la salida de la crisis, según la OIT

  • El organismo de la ONU para el Trabajo advierte de riesgos por los ajustes excesivos
  • El 17,2% del PIB mundial se invierte en sistemas de seguridad social

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Las prestaciones sociales contribuyen a poner fin a las recesiones, por lo que no debe haber recortes en los sistemas de seguridad social, a la que se dedica más del 17% del PIB mundial, advierte un informe divulgado este martes por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"En contra de cierta creencia, no se ha encontrado ningún efecto negativo en el crecimiento económico causado por el incremento de los gastos sociales durante y después de la crisis", asegura la edición de este año del informe mundial de seguridad social.

La organización internacional señala en el texto que el 17,2% del PIB mundial se dedica a la seguridad social, aunque advierte de que esta media no refleja la situación de la mayoría de la población, que vive en los países con ingresos más bajos, donde se invierte mucho menos en prestaciones sociales.

Los recortes en ayudas sociales retrasan la recuperación

La OIT considera que "unos programas de desempleo, así como de asistencia social y de obras públicas bien concebidos, evitan el desempleo de larga duración, y contribuyen a acortar las recesiones económicas".

A su juicio, el mayor riesgo procede de los países que adoptaron una política fiscal expansionista durante la crisis, y que ahora deben acometer una consolidación fiscal para afrontar el aumento del déficit y la deuda pública.

"Ello podría llevar a futuros recortes de los gastos de seguridad social hasta dejar estos últimos a niveles incluso inferiores a los anteriores a la crisis", alerta la organización, lo que, en su opinión, puede acarrear que se ralentice la recuperación económica.

Los eventuales recortes no sólo afectarían a los beneficiarios de la seguridad social y, por ende, al nivel de vida medio de la población, sino que también retrasaría "significativamente" la plena recuperación económica, debido a sus efectos en la demanda agregada.

Respecto al dinero que se dedica a la seguridad social, el informe internacional detalla que, mientras que en los países de ingresos elevados, el 75% de las personas de 65 años o más reciben algún tipo de pensión, en los países de bajos ingresos estas prestaciones cubren sólo al 20%.

Sólo el 26% de población mundial tiene subsidio de paro

O como también se prueba, en el caso de los parados, las tasas de cobertura más bajas -en términos de proporción de desempleados que recibe prestaciones- se encuentren en África, Asia y Oriente Medio, con entre el 1% y el 2%.

No obstante, la OIT admite en su informe que "existe cierto nivel de protección social en todos los países", pero resalta que sólo un tercio de ellos incluyen todas las ramas de la cobertura social.

Según los cálculos del organismo especializado de la ONU para el Trabajo, sólo un 26% de la población mundial en edad de trabajar (así como sus familias) tienen acceso efectivo a un subsidio desempleo completo y adecuado.

"Jurídicamente hablando, cerca del 40% de la población mundial en edad de trabajar debería estar cubierta por los regímenes contributivos de pensiones de vejez, pero sólo el 26% disfruta de una cobertura efectiva", critica el citado informe.

Y por ello, insiste en su propuesta de impulsar los sistemas de asistencia social financiados por los impuestos, al considerarlos como "las innovaciones más prometedoras para ayudar a cubrir la falta de cobertura a nivel mundial".

Ejemplos de estos programas, de acuerdo con la OIT, son los denominados "Bolsa Familia" en Brasil y "Oportunidades" en México, así como las prestaciones de asistencia social de Sudáfrica o los regímenes universales de pensiones de vejez en Namibia y Nepal.