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Al menos cuarenta activistas detenidos en Lisboa cuando protestaban contra la cumbre de la OTAN

  • Entre los detenidos también hay nueve españoles
  • Pancartas y pintura roja han acompañado a los manifestantes

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La Policía portuguesa detuvo este sábado a alrededor de cuarenta activistas de organizaciones pacifistas, varios de ellos españoles, que protestaban cerca de la sede la cumbre de la OTAN y se encadenaron para cortar el tráfico.

Portavoces policiales portugueses confirmaron a Efe que están "retenidas" varias personas, sin confirmar su número o nacionalidad, y fuentes de las organizaciones pacifistas aseguraron que son 42 y que entre ellos hay nueve españoles.

Carlos Pérez, perteneciente a la Alternativa Antimilitarista Moc de la ciudad española de Valencia, declaró a Efe que la protesta que motivó la intervención de la Policía fue una "acción de desobediencia civil no violenta", que cortó la circulación de dos vías urbanas de Lisboa.

"Teníamos candados de bicicleta y moto en los tobillos, había 21 personas en la calzada, unas de apoyo con pancartas y otras que se han tirado pintura roja encima, como símbolo de la sangre de las víctimas de la OTAN", contó Pérez.

Portavoces de la plataforma lusa Anti-Guerra Anti-NATO (PAGAN), promotores principales de la conferencia alternativa a la cumbre de dos días de la Alianza que concluye hoy en Lisboa, dijeron a Efe que en la protesta hubo varias organizaciones internacionales, como "War Resister's International".

Representantes de estos movimientos se quejaron también de la "indefinición" en la que se encuentran sus militantes, que según medios oficiales pueden ser presentados al juez en las próximas horas, y reclamaron su derecho a manifestarse de forma pacífica.

La disolución de la protesta se produjo sin que se informara de ningún herido, aunque la Policía tuvo que pedir la intervención de los bomberos para desencadenar a los manifestantes.

Los pacifistas españoles denunciaron, sin embargo, los "tratos vejatorios" a los que habían sometido a militantes de sus organizaciones en las fronteras de Portugal.

El Gobierno luso reinstauró esta semana los controles en las fronteras terrestres con España, desaparecidos en el marco de los acuerdos comunitarios, y detuvo a alrededor de una veintena de personas e impidió la entrada a otras doscientas por sospechar que podían causar problemas en la cumbre de la OTAN.

La conferencia de la Alianza, que reúne en Lisboa a medio centenar de gobernantes, ha congregado también a varios grupos pacifistas europeos que han organizado una "contra-cumbre".

Entre otras acciones, de carácter no violento, los activistas anti-OTAN simularon un bombardeo en el centro de Lisboa, donde un centenar de pacifistas se echaron al suelo para recrear los efectos de un ataque de la Alianza.

Estos movimientos han celebrado también debates y charlas con intelectuales y políticos de la izquierda, aunque apenas ante un centenar de personas, para denunciar las bases militares de la OTAN, su "política de expansión" y el papel de "control" de recursos que le atribuyen a la organización atlántica,

PAGAN y el Comité Internacional de Coordinación (ICC) de la coalición "No to War No to NATO" han organizado, además, una manifestación que recorrerá el hoy el centro de Lisboa en protesta por la cumbre.

Las autoridades lusas han extremado sus precauciones ante el temor de que los miembros del llamado "Black Block", un grupo anarquista conocido por sus violentas acciones en otras cumbres, se infiltren en esa protesta.

La capital de Portugal y sobre todo la zona del Parque de las Naciones, a las orillas del Tajo, que alberga la cumbre, está prácticamente tomada por efectivos policiales.

Las autoridades lusas han cortado al tráfico las vías de la ciudad por las que los asistentes a la conferencia van desde su sede a los hoteles y el aeropuerto de Lisboa.

También han suspendido, durante varias horas, la circulación por los dos puentes que cruzan el Tajo y unen Lisboa con la populosa margen sur del río.