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Benedicto XVI considera que en algunos casos el uso del preservativo está justificado

  • El Papa defiende el preservativo para evitar contagios y el avance del Sida
  • El libro: 'La luz del mundo' de Peter Seewald, saldrá a la venta el martes

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El Papa Benedicto XVI ha justificado el uso del preservativo en "determinadas ocasiones" con el objetivo de evitar los contagios y el avance del Sida, según recoge un libro que será publicado el próximo 23 de noviembre.

El diario vaticano L'Osservatore Romano ha adelantado varias partes del libro-entrevista La luz del mundo. El Papa, la iglesia y las señales del tiempo. Una conversación con el Santo Padre Benedicto XVI, de su amigo y escritor Peter Seewald.

"Puede haber algunos casos justificados del uso del condón, por ejemplo cuando una prostituta utiliza un profiláctico. Esto puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad, consciente de que todo no está permitido y no se puede hacer todo lo que uno quiere", ha afirmado el Santo Pontífice en el libro.

Se realizó durante sus vacaciones en Castel Gandolfo y es un producto de más de 6 horas de conversación con su amigo, el periodista alemán Peter Seewald.

Benedicto XVI agrega también que el uso del preservativo "no es la verdadera manera para combatir el sida, ya que es necesaria una humanización de la sexualidad".

Con estas palabras, el Papa reitera lo que ya dijo durante su viaje del pasado año a África, cuando camino de Camerún afirmó que el sida "no se combate sólo con dinero, ni con la distribución de preservativos, que, al contrario, aumentan el problema".

El Papa cree que el preservativo no es suficiente para frenar la expansión del Sida y que lo importante es cambiar la actitud moral.

Sus palabras, en un continente donde 27 millones de personas están contagiadas por el virus del sida, fueron duramente contestadas desde varios países occidentales, que subrayaron que el preservativo es un elemento fundamental para prevenir la transmisión de la enfermedad.

"Los casos de pederastia no me pillaron por sorpresa"

En cuanto a los casos de curas pederastas, Benedicto XVI señala que no le pillaron "del todo" por sorpresa, ya que cuando estaba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe se ocupó de los ocurridos en EEUU y después comenzaron a salir los de Irlanda.

Ante 15.000 sacerdotes, Benedicto XVI ha prometido hacer todo lo posible para que los abusos sexuales a menores no se repitan jamás y examinar la auténtica vocación de los futuros sacerdotes.

"Pero la dimensión de los mismos si me supuso un shock enorme", asegura, y recuerda que ya en 2006 -un año después de ser elegido Pontífice- pidió a los obispos irlandeses que "sacaran a la luz lo ocurrido y que tomaran toda las medidas para evitar que se repitieran en el futuro.

La Iglesia no puede ordenar mujeres sacerdotes

Preguntado por la presencia de la mujer en la Iglesia, el Papa alemán afirma que la Iglesia "no tiene facultad alguna" para poder ordenar mujeres sacerdotes.

Subraya que "no se trata de no querer, sino de no poder" y asegura que Cristo ha dado una forma a la Iglesia con los doce apóstoles, sus sucesores, los obispos y los sacerdotes, todos hombres.

"Cristo ha dado una forma a la Iglesia, todos hombres".

"No hemos sido nosotros los que hemos creado esta forma de Iglesia, seguirla es un acto de obediencia, tal vez una de las obediencias más pesadas. No podemos hacer lo que queramos, tenemos que atenernos a la voluntad del Señor", justifica el Papa.

Benedicto XVI agrega que las funciones de la mujer en la Iglesia son "muy grandes y significativas" y que por ello no se puede hablar de "discriminación".

En el libro, además, condena la droga, a la que llama "animal monstruoso y malo que extiende sus manos sobre los países para arruinar a las personas" y denuncia que Occidente tiene una gran responsabilidad.

El libro, de 284 páginas, está dividido en 18 capítulos. En él el Papa Ratzinger afirma, entre otras cosas, que un Papa no debe ser una estrella ni un monarca absoluto, asegura no tener miedo a un atentado y echar en falta a muchos de sus amigos.