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Irlanda defiende que no está "en quiebra" para rechazar que le impongan mayores ajustes

  • El ministro de Finanzas deja ver que no modificarán los presupuestos
  • La Comisión Europea insiste, sin embargo, en que deberá subir los impuestos

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Irlanda, entre las protestas ciudadanas y los preparativos para el ajuste

A pesar de haber accedido a solicitar la ayuda financiera de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI), Irlanda ha querido recalcar este lunes por boca de su ministro de Finanzas, Brian Lenihan,  que "no está en quiebra" y que, por lo tanto, no está dispuesto a asumir ajustes significativos en sus presupuestos impuestos por sus socios.

"No estamos en quiebra", ha declarado Lenihan a la radio pública RTE, aunque ha admitido que "en los últimos años, nuestro margen de maniobra [para acceder a la financiación internacional] se ha reducido severamente".

Eso es lo que ha llevado a las autoridades irlandesas a recurrir a la ayuda de sus socios europeos, cuyos detalles se discuten este lunes con la misión de expertos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI que se encuentra en el país, aunque se especula que podría rondar los 90.000 millones de euros.

Mantener la soberanía financiera

Nosotros no vamos ante el FMI como si estuviéramos en  quiebra

En cualquier caso, Lenihan ha querido dejar claro que Irlanda no aceptará recortes draconianos como los que se impusieron, por ejemplo, a Grecia: "Nosotros no vamos ante el FMI en una posición como si estuviéramos en quiebra. No vamos al FMI sin reservas", ha recalcado.

En este sentido, ha asegurado que la UE y el FMI no controlarán las finanzas del país: "Es cierto que hemos aceptado una evaluación anual -ha comentado-, pero estoy completamente convencido de que el próximo presupuesto [que se vota el 7 de diciembre] será el nuestro".

El Ejecutivo irlandés trata así de contestar las críticas surgidas desde la oposición y gran parte de la opinión pública por la pérdida de soberanía económica que supondrá el rescate. Así, Lenihan ha insistido en que la misión de expertos "aprueba la estrategia del Gobierno" y sus miembros están "globalmente satisfechos" con el plan cuatrienal de reducción del déficit, que supondrá un ahorro de 15.000 millones de euros para dejarlo en el 3% del PIB en 2014.

Bruselas insiste en que suba los impuestos

Desde Bruselas, sin embargo, se ha insistido en que Irlanda deberá subir los impuestos y dejar de ser un país de baja fiscalidad para cumplir con el programa de ayuda multilateral, tal como ha señalado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

Irlanda dejará de ser el país de baja fiscalidad que ha sido en la  última década

"Es evidente que, después de lo que ha pasado, Irlanda dejará de ser el país de baja fiscalidad que ha sido en la última década para convertirse en un país de fiscalidad normal en el contexto europeo", estimó Rehn, quien ha añadido que corresponde al Ejecutivo de Dublín el decidir a qué impuestos afectará este alza.

Rehn respondía así a una pregunta sobre la insistencia de Irlanda en mantener un tipo del 12,5% el impuesto de sociedades -la media europea supera el 23%-, un aspecto clave de la política económica irlandesa de los últimos años para atraer inversiones extranjeras. "Las subidas de impuestos específicas corresponden en primer lugar al Gobierno irlandés", ha subrayado, en cualquier caso, el comisario.