Israel aprueba una ley que dificulta la devolución de territorios en el Golán y Jerusalén Este
- La ley ha sido aprobada con el apoyo de 65 de los 120 legisladores
- La ha promovido un diputado del partido del primer ministro Netanyahu
El Parlamento israelí ha aprobado este lunes una ley que impone que cualquier devolución de los territorios anexionados por Israel en Jerusalén Este y los Altos del Golán necesiten del apoyo de una mayoría absoluta de diputados y un referendo popular.
La ley, aprobada con el apoyo de 65 de los 120 legisladores, no se aplica al también territorio ocupado de Cisjordania porque Israel no lo ha anexionado, como sí hizo en la década de los ochenta con el Golán y Jerusalén Este.
La iniciativa, ha sido promovida por Yariv Levín, del partido derechista Likud que lidera el primer ministro Benjamín Netanyahu y ha recibido recibió el apoyo del pleno del Parlamento en su segunda y tercera lectura, tras siete horas de debate, según informa Efe.
El Kadima se ha opuesto
Antes de la votación, Netanyahu defendió la propuesta en un comunicado como una herramienta para "prevenir por un lado la aprobación de un acuerdo irresponsable y, por otro, ofrecer un fuerte apoyo público a todo acuerdo que garantice nuestros intereses nacionales". Para su promotor, Yariv Levín, "este es un proyecto de ley de la mayor importancia nacional para conservar la unidad del pueblo".
El Kadima (centro-derecha), principal partido de la oposición, se opuso (si bien algunos de sus diputados se abstuvieron) por considerar que las decisiones que impliquen devolución de territorio a cambio de un acuerdo de paz tienen "consideraciones que no se pueden trasladar totalmente al público y el público no puede esperar entender por completo", según ha dicho su líder, Tzipi Livni.
"Tenemos a un primer ministro débil. Esto no tiene que ver con preguntar al pueblo, sino con vetar decisiones adoptadas por un Gobierno elegido democráticamente y por el Parlamento", ha defendido Livni, ex ministra de Exteriores.
Una ley de los años 90
Tanto la meseta del Golán, como Jerusalén Este y los territorios ocupados de Cisjordania fueron invadidos por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967. La devolución de los Altos de Golán, habitados por unos 18.000 judíos repartidos en 32 asentamientos, y 17.000 drusos, es una de las principales demandas de Siria en sus negociaciones, así como Jerusalén Este lo es para los palestinos.
El pasado día 17 de noviembre, el Gobierno israelí aprobó la retirada de sus tropas de la parte norte de Ghajar, un pueblo sirio-libanés dividido, para entregar el control a las fuerzas de la ONU en Líbano.
Desde mitad de los años noventa distintos diputados israelíes han intentado aprobar una ley que demandara consenso popular y mayoría especial en el Parlamento para devolverlos.De hecho, en 1999 fue aprobada una versión menos estricta que la que ahora se ha presentado este lunes en la Knesset.
"Es una propuesta de máxima importancia nacional para mantener la unidad popular y asegurar que toda decisión fatídica e irreversible sobre la entrega de partes de nuestro hogar nacional sobre las que se ha validado la soberanía del Estado no se hará ya a través de la compraventa de apoyos parlamentarios a cambios de otros temas, como ha tristemente sucedido en el pasado", ha argumentado su promotor.
Reacción palestina
La aprobación de la ley llega con las negociaciones de paz con Siria congeladas desde hace dos años y el diálogo directo iniciado con los palestinos el pasado septiembre en punto muerto tras apenas tres semanas de vida por el reinicio total de la ampliación de las colonias judías en Cisjordania.
Inmediatamente después de la aprobación, el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, ha emitido un comunicado en el que ha subrayado que "el derecho internacional no se encuentra sujeto a los caprichos de la opinión pública israelí", informa Efe.
"De acuerdo al derecho internacional existe una clara y absoluta obligación sobre Israel de retirarse no sólo de Jerusalén Oriental y las Altos del Golán, sino también de todos los territorios que ocupa desde 1967. Terminar la ocupación de nuestra tierra no debe ni puede depender de ninguna clase de referéndum", ha argumentado.
Erekat ha acusado además a Israel de "encubrir su opresión del pueblo palestino como un ejercicio de democracia".