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El Reichstag, cerrado a los visitantes por razones de seguridad ante la amenaza terrorista

  • Permanecerá cerrado hasta nuevo aviso
  • Solo permitirá la entrada a grupos reducidos y previamente autorizados

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Situación de máxima alerta en Alemania ante la amenaza de un atentado terrorista

El edificio del Reichstag, sede del Parlamento alemán, se ha cerrado este lunes al público visitante como parte de las medidas adoptadas por las autoridades ante los indicios de atentados terroristas en Alemania.

A partir de este lunes, y hasta nuevo aviso, no se permitirán las visitas a su cúpula más que a grupos restringidos, previamente autorizados, "como parte de las medidas de seguridad extraordinarias relacionadas con la amenaza terrorista", según ha comunicado a la agencia EFE un portavoz del Bundestag.

Reforzar los principales objetivos terroristas

El edificio del Reichstag reforzó ya las vallas de seguridad a su alrededor el pasado viernes, pero hasta ahora se permitían las visitas a su cúpula, uno de los principales puntos de atracción turística de la capital alemana, donde a diario se forman largas colas.

El ministro del Interior, Thomas de Maizière, ya anunciaba la pasada semana el reforzamiento de las medidas de seguridad ante la existencia de "indicios serios" de planes de atentado en el país, al parecer para finales de noviembre.

Diversos medios avanzaron, a partir de informaciones de los servicios secretos de EEUU a Interior, que se contaba con la llegada a Alemania, este lunes día 22, de dos o hasta cuatro miembros de un comando islamista provistos de visado para circular por la zona Schengen.

"Der Spiegel" afirmaba asimismo el pasado fin de semana que el Reichstag está en el punto de mira de terroristas islámicos, que al parecer planean una toma de rehenes y perpetrar una masacre en el interior del edificio.

Estas informaciones proceden, según el semanario, de un arrepentido entre los círculos del terrorismo islámico, que se habría puesto en contacto con el Departamento Federal de Investigaciones de lo Criminal (BKA) alemán.

Según ese informante, el atentado debería ser cometido entre febrero y marzo por un comando de seis personas, dos de las cuales estarían en Berlín desde hace seis u ocho semanas.

Alemania vigila a 130 "sospechosos"

Por otro lado, y dentro de este contexto de máxima alerta, los servicios de seguridad alemanes vigilan en el país a 130 presuntos islamistas calificados de peligrosos, entre ellos una veintena de individuos que han pasado por campos de entrenamiento en países como Afganistán.

El número de seguidores del radicalismo islámico se extiende a un millar, de los cuales unos 130 se encuentran bajo observación "regular" de los servicios de seguridad por considerarse peligrosos, según ha comunicado este lunes un portavoz del ministerio de Interior.

Entre ese centenar largo de sospechosos hay tanto alemanes conversos al Islám, como ciudadanos de origen extranjero que han adquirido la nacionalidad alemana, según la fuente de Interior, que ha rechazado dar más detalles acerca de ellos por razones de seguridad.

Ya la semana pasdada el ministerio de Interior había reforzado los dispositivos de seguridad en aeropuertos, estaciones de ferrocarril y otros espacios públicos, tras revelar su titular, Thomas de Maizière, la existencia de planes de atentados en el país.

El ministro ha declinado concretar cuáles son esos objetivos potenciales, mientras en los medios alemanes se han sucedido las informaciones acerca de presuntos planes, tanto en el ya citado ataque al Reichstag berlinés como a los mercadillos de Navidad que, en su mayoría, han abierto este lunes sus puertas.