EEUU crecerá menos de lo previsto en 2010 y 2011, según la Reserva Federal
- El año próximo, el crecimiento estará entre 3% y 3,6%, en vez de 3,5%-4,2%
- El paro seguirá por encima del 8% hasta 2012 y, posiblemente, 2013
Nuevas nubes negras sobre la economía estadounidense, ya que la Reserva Federal (Fed) ha rebajado mucho su previsión de crecimiento para el año que viene. En concreto, el banco central estadounidense cree que en 2011 la actividad económica crecerá entre 3% y un 3,6%, en lugar de la horquilla del 3,5%-4,2% que estimó el pasado junio.
También ha recortado su previsión para este mismo año y ahora estima que el crecimiento del PIB estará entre un 2,4% y un 2,5%, mientras que hace cuatro meses ese cálculo lo situaba entre un 3% y un 3,5%.
Para 2012, la previsión fija un incremento de entre un 3,6% y un 4,5%, y por primera vez se difunde una estimación para 2013, cuando el crecimiento se situará entre un 3,5% y un 4,6%.
Paro en el 8% hasta 2013
Además, la Fed se muestra mucho más pesimista con el paro que el pasado verano, ya que ahora teme que la tasa actual de 9,6% de desempleo sea estructural y, al no responder sólo a la coyuntura de la crisis, tarde varios años en reducirse.
Así, subrayan que la tasa de paro podría situarse en el 8% de la población activa en 2012, mientras que en junio pasado calculó que en ese año podría haberse rebajado hasta el 7,1%. Previsiblemente, ese nivel del 8% podría mantenerse hasta 2013.
El Comité de Mercado Abierto de la Fed se reunió a principios de este mes para actualizar sus previsiones y proporcionar en cuadro completo de la situación que les llevó a aprobar el nuevo plan de estímulo por el que inyectarán en la economía del país 425.000 millones de euros (600.000 millones de dólares). Las conclusiones de esa reunión se han publicado este martes.
Diferencia de opiniones en el seno de la Fed
Así, las actas de la reunión del 2 y 3 de noviembre muestran que los miembros del comité discrepan acerca de la expansión del estímulo monetario, con una mayoría que lo considera un estímulo al crecimiento del empleo y una minoría preocupada por los riesgos de inflación y de devaluación del dólar.
La mayoría, según las actas, espera que las compras de bonos "ayuden a promover una recuperación un tanto más fuerte en la producción y el empleo, y que también ayuden a que la inflación, con tiempo, retorne a niveles coherentes" con el mandato legislativo para la Reserva Federal.
"Algunos participantes dejaron patente su preocupación porque una expansión adicional de la hoja de balances de la Reserva Federal deteriore el valor del dólar en los mercados cambiarios extranjeros", anotan las actas.