Ana María Matute, Premio Cervantes 2010
- Es la tercera mujer en ganar el premio más importante de la literatura hispana
- En declaraciones a TVE ha reconocido no haber "dormido esta noche"
- Su temática: los niños, la incomunicación humana y el paraíso imposible
Ver también: Ver también: Especial Premios Cervantes
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Ana María Matute ha sido premiada con el Premio Cervantes 2010, el galardón más importante de la literatura española, según ha anunciado este miércoles en una rueda de prensa la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.
En declaraciones a TVE, la autora de Olvidado Rey Gudú o Primera Memoria ha reconocido que "no he dormido esta noche, porque como ya llevan días diciéndome: 'Ah, tú vas a ganar', y yo decía 'Yo no, yo no'. Pues sí".
"Le he dicho a la ministra: '¿Yo? ¿De verdad? ¿De verdad? ¿Seguro?' -ha bromeado refiriéndose a la llamada de González-Sinde para anunciarle el fallo-. Me ha dicho: 'Sí, sí, seguro'".
Con este premio, la autora catalana se convierte en la tercera mujer en ganar este galardón en sus 35 años de historia, después de hacerlo la española María Zambrano (1988) y la cubana Dulce María Loynaz (1992). Fue también la tercera mujer en ocupar un sillón de la Real Academia, para el que fue elegida el 26 de junio de 1996, en sustitución de Carmen Conde, ocupando el sillón K.
Ana María Matute Ausejo (Barcelona, 1925) ha sido una de las eternas candidatas para este prestigioso galardón. Premio Nacional de las Letras y académica de la Lengua, está dama de las letras es considerada como una de las prosistas con mayor capacidad de fabulación.
Obras de la escritora galardonada son Fiesta al noroeste, con el que ganó el Premio Café Gijón; Los hijos muertos, ganador del Nacional de la Crítica en 1959, Primera memoria, ganadora del Nadal el mismo año u Olvidado Rey Gudú, una de sus últimas novelas, Premio Ojo Crítico Especial de Radio Nacional de España.
Unas horas después del fallo, la autora catalana ha ofrecido una rueda de prensa en Barcelona, en la que ha gritado su felicidad: "¡Soy enormemente feliz!". Aunque lo ha considerado "un poco pretencioso", el galardón es "como un reconocimiento, si no a la calidad, por lo menos al esfuerzo, a la dedicacion, a la entrega de una vida" a la literatura.
El fallo de este premio, que está dotado con 125.000 euros, se ha anunciado tras la reunión que mantuvo el jurado, que ha explicado que se han producido seis votaciones y en la última se ha aprobado el nombre de Matute por mayoría.
Un mundo y un lenguaje proyectados a la fantasía
“La ministra de Cultura la considera un ejemplo para todas las mujeres“
La ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, ha destacado, después de anunciar el fallo, que la escritora "desde niña declaró su vocación de ser narradora", y ha planteado que "mantenerla y hacer de ella una forma de vida es un ejemplo maravilloso para todas las mujeres" que se dedican a la cultura.
"Estoy muy contenta, así se lo he transmitido cuando la he llamado, y ella también lo está, así que en ese sentido es un día feliz", ha manifestado la titular de Cultura.
Juan Marsé, que recibió el Premio Cervantes 2008 y ha formado parte del jurado, que ha reconocido una obra extensa y fecunda que se mueve entre el realismo y "la proyección a lo fantástico" y por poseer "un mundo y un lenguaje propios".
Otras obras de Matute son En esta tierra (1955), El tiempo (1954), Tres y un sueño (1961), El arrepentido (1961), Historias de la Artamilla (1961), Libro de juegos para los niños de los otros (1961), Algunos muchachos (1968) y La torre vigía (1971). Asimismo, ha escrito los libros infantiles El país de la pizarra (1956); Los niños tontos (1956); Paulina, el mundo y las estrellas (1960); El saltamonte verde (1961); El caballito loco (1961); y Carnavalito (1972).
La posguerra desde una mirada de "niña asombrada"
Pocos premios le faltaban ya en su haber a la novelista y académica Ana María Matute, nuevo Premio Cervantes, que, a sus 85 años, tiene a sus espaldas una extensa trayectoria literaria que se ha caracterizado fundamentalmente por su visión de la Guerra Civil y la posguerra desde una perspectiva infantil y adolescente, como parte que fue de la denominada generación de los niños asombrados que vivieron y quedaron marcados profundamente por ese aciago periodo histórico.
Matute está considerada como una de las mejores novelistas de la posguerra española, pero, a la par que denuncia social, su obra está imbuida de un mensaje poético y penetra en mundos líricos ambientados frecuentemente en el universo de la infancia y la adolescencia, eso sí.
No en vano, su posición preferente en la literatura infantil y juvenil le ha reportado multitud de prestigiosos premios literarios infantiles, aparte de adultos como el Premio Nacional de la Crítica (1959) y el Premio Nacional de las Letras Españolas (2007).
Así, además de experta en narrativa infantil, está considerada por la crítica literaria como prosista de una gran capacidad de fabulación. Su temática gira en torno a tres ejes: los niños, la incomunicación humana y el paraíso imposible.