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'Biutiful', el drama de la vida

  • Javier Bardem lleva todo el peso de la última cinta de Iñárritu
  • Uxbal es un personaje de los bajos fondos que quiere dejar un legado a sus hijos

Ver también: Especial Biutiful, la película

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Tráiler de 'Biutiful', de Alejandro González Iñárritu y con Javier Bardem

"Biutiful es para mí una reflexión acerca de nuestra breve y humilde permanencia en esta vida". Así define el director mexicano Alejandro González Iñárritu (Amores perros, 21 gramos, Babel) su primera aventura cinematográfica separado del guionista Guillermo Arriaga y para la que ha contado como protagonista con Javier Bardem, que cosechó el premio al mejor actor del Festival de Cannes 2010.

Iñárritu comenzó a rumiar la historia en el otoño de 2006, en pleno revuelo internacional por Babel, con la que logró el premio al mejor director en Cannes en 2006 y el Globo de Oro al mejor drama en 2007, además de las nominaciones al Oscar en esas dos categorías y otras cuatro. La poliédrica Babel sería su último trabajo con Guillermo Arriaga y le dejaría tan agotado que decidió dejar atrás las historias múltiples y entrelazadas para hacer una película de un único personaje, un solo punto de vista y una única ciudad, Biutiful.

Biutiful, participada por TVE, es la historia de un hombre en caída libre, Uxbal (Javier Bardem). Un héroe trágico y padre de dos hijos que al percibir el peligro de la muerte lucha contra una dura realidad y un destino que obra en su contra para perdonar, por amor y para siempre.

Uxbal es un hombre contradictorio, un personaje de los bajos fondos de Barcelona y su periferia que actúa como intermediario entre la policía corrupta y las mafias que explotan a los inmigrantes indocumentados. Además, tiene el don de comunicarse y ver a los muertos y también media entre estos y los seres queridos que dejaron en vida, por lo que consigue un dinero extra. Diagnosticado de un cáncer terminal, Uxbal lucha por sacar adelante a sus dos hijos pequeños, Mateo (Guillermo Estrella) y Ana (Hanaa Bouchaib), y por dejarles un legado para cuando ya no esté con ellos, consciente de que su ex mujer, la bipolar Marambra (Maricel Álvarez), no está capacitada para cuidarles. Camino a la redención, las tinieblas alumbran su camino.

No es una película sobre la muerte, sino una reflexión sobre la vida dentro de la vida

Pese al planteamiento argumental, el director mexicano de mayor peso en la actualidad matiza que no se trata de una película sobre la muerte, sino de "una reflexión sobre la vida y dentro de la vida mientras inebitablemente la perdemos".

Bardem en los suburbios de la gran ciudad

Y qué mejor marco para encuadrar la historia que la cruda realidad, convenientemente oculta a los ojos de los turistas, de los suburbios de Barcelona -como podían ser los de cualquier otra gran ciudad europea-, donde miles de personas mueren, malviven y son explotadas a diario y se dan de bruces con la realidad después de alcanzar el sueño del 'paraíso prometido'. De hecho, muchos de los personajes no son actores y han tenido una vida semejante o paralela al mundo de la película, cuenta su director y creador de la historia, que coescribe el guión junto a los argentinos Armando Bó y Nicolás Giacobone.

Así, González Iñárritu decidió que Uxbal pertenecía a Santa Coloma y Badalona, donde conviven en paz senegaleses, chinos, paquistaníes, gitanos, rumanos e indonesios; "cada uno sigue hablando de idioma sin necesidad de integrarse a la cultura española".

Cuando empezó a escribir la historia, el director tenía claro que Uxbal sería Javier Bardem. De esta forma también podían ambos hacer realidad el anhelo de trabajar juntos y brindando al oscarizado actor español un personaje complejo y profundo con el que está presente en prácticamente todas las escenas de la película. Como reconoce el propio Iñárritu, Bardem lleva "literalmente la película a sus espaldas".

Cuando empezó a escribir la historia, el director tenía claro que Uxbal sería Javier Bardem

"Javier no sólo es un actor notable, no hay otro igual (...) Pero lo que convierte a Javier en especial y único es un peso, una gravedad, una presencia imponente en la pantalla basada en su poderosa reflexión y profunda vida interior. No es algo que se aprende; se nace con ello", dice Irráñitu del actor con el que emprendió un camino que define como una "escalada al Everst". "Una película de este tipo vacía a cualquiera, pero el tremendo esfuerzo y sacrificio fue proporcional a la inmensa satisfacción artística que compartimos".

Los mismos elogios tiene Bardem para Iñárritu, con el que asegura haber sido "un privilegio" trabajar. "Fue muy difícil, pero también enriquecedor porque fue una experiencia muy personal, tanto para él como para mí", afirma el actor, que confiesa que Uxbal le "impactó profundamente".

Bardem, que en sus 20 años de carrera profesional ha ganado todos los premios a los que un actor puede aspirar, también ha visto recompensado su trabajo en Biutiful con el premio al mejor actor en Cannes por su sublime forma de plasmar a este personaje contradictorio. "Todos los aspectos de Uxbal estaban plasmados y descritos de forma maravillosa en el guión. Sólo me quedaba encontrar el punto de unión entre todos estos rasgos sin traicionar ninguno", asegura.

El contrapeso a Bardem

A Bardem le acompañan dos actrices nuevas en el mundo del cine. La primera, una muy reconocida como actriz de teatro, coreógrafa y profesora en su Argentina natal, pero inédita ante la cámara de cine, Maricel Álvarez, que encarna a la bipolar Marambra, ex mujer de Uxbal y madre de sus hijos. A Iñárritu le costó dar con ella y no fue hasta tres semanas antes de comenzar el rodaje cuando la encontró tras pedir que se hiciera una sesión de casting en Argentina, tras lo que en un viaje relámpago de 24 horas hizo en España "la prueba más extraordinaria que he visto nunca".

Para la actriz argentina, Marambra "es un reto enorme para una actriz", algo que, asegura, no le asustó. Su trabajo es alabado por su compañero de reparto, trabajar con ella "fue una experiencia maravillosa" y, cuando hizo la prueba, "demostró tener algo que realmente formaba parte del personaje".

Marambra "es un reto enorme para una actriz"

En papel de Igé fue seleccionada Diaryatou Daff entre 3.000 aspirantes africanas para hacer "una historia que era la suya". Daff es senegalesa e Iñárritu la encontró en una peluquería de Barcelona, donde trabajaba después de haber arriesgado su vida y dejar su país en busca de un empleo con el que poder mantener a su familia.

El niño Guillermo Estrella (Mateo) procede de la televisión, pero a su hermana en la ficción costó más trabajo encontrarla. A dos semanas del rodaje, el director aún no la tenía, hasta que llegó a un colegio a buscar localizaciones y Hanaa Bouchaib, alumna del centro, le preguntó qué hacían allí e Iñárritu le contestó que una película. "Me encantaría salir en esa película", le dijo la niña. Y así fue.

En la película también están el ganador de dos Goya Eduard Fernández (Alatriste, Fausto 5.0, Los lobos de Washington), que interpreta a Tito, el hermano de Uxbal; Rubén Ochandiano (Los abrazos rotos, Tuya siempre), en la piel del policía corrupto Zanc; y los reconocidos actores chinos Cheng Tai Shen (Shijie) y Luo Jin (Fujian Blue), que interpretan a Hai y Liwei, los cabecillas de la mafia china.