Andrómeda, hija del choque de otras dos galaxias
- El nacimiento de nuestra galaxia sigue siendo un misterio
- Pero los astrónomos han arrojado luz sobre nuestra 'vecina'
- El 'parto' del choque intergaláctico duró 4 millones de años
La leyenda de Andrómeda
En la mitología griega, Andrómeda era una princesa etiópe. La vanidad de su madre, Casiopea, provocó la furia de Poseidón, el Dios del Mar, porque afirmó que ella era tan hermosa como las ninfas del mar. Para calmar a Poseidón, que mandó al monstruo marino Ceto a castigar a los hombres, el padre de Andrómeda, Cefeo, la quiso casar con el monstruo encadenándola a una roca. Pero el héroe Perseo se enamoró de ella y para conseguirla mató al monstruo marino.
Hace nueve millones de años dos pequeñas galaxias se encontraron en el Universo. De su violento y pasional choque nació una gigante espiral cósimica, a la que los hombres llamaron Andrómeda. El origen de nuestra galaxia, la Vía Láctea, es todavía un misterio. Pero los astrónomos han arrojado luz sobre cómo surgió una de nuestras vecinas.
El brusco choque intergaláctico no terminó hasta cuatro millones de años después. Ahora, un equipo de astrónomos del Observatorio de París ha reconstruido por ordenador cómo Andrómeda y sus brazos se formaron tras la colisión.
La Vía Láctea se encuentra en el conocido como Grupo Local de Galaxias, formado por cuarenta sistemas masivos de estrellas. La nuestra es, junto con Andrómeda, la más grande de tipo espiral. Y el resto son mucho más pequeñas.
El estudio, publicado en la revista Astrophysical Journal, ha modelado por primera vez la evolución y la estructura de Andrómeda, su núcleo, su disco y sus brazos, responsables del nombre de la princesa encadenada de la mitología griega.
Los astrónomos franceses, en colaboración con la Academia China de las Ciencias, han concluido que es resultado de la fusión de una galaxia ligeramente más masiva que la Vía Láctea y otra unas tres veces más pequeña.
“La colisión tuvo que ser muy violenta para generar la nueva galaxia“
Este gran choque sería, según los científicos, el "acontecimiento más importante en la historia del Grupo Local". La colisión tuvo que ser muy violenta para generar la rotación necesaria que formó el del disco de la galaxia que nació del choque.
En la segunda fase del estudio los astrónomos investigaron posibles consecuencias de la perturbación por este fenómeno en nuestra galaxia y sus alrededores. Una de las conclusiones es que las Nubes de Magallanes, cercanas a la Vía Láctea, podrían ser fruto de la marea galáctica generada por las perturbaciones del nacimiento de Andrómeda.