Mohamed VI nombra al saharaui Suilem como nuevo embajador marroquí en España
- Fue uno de los fundadores del Frente Polisario y embajador de la RASD
- En 2009 se adhirió a la tesis de autonomía que propone Rabat para el Sáhara
- También ha reemplazado al gobernador de El Aaiún por un saharaui
El rey Mohamed VI de Marruecos ha nombrado a dos saharauis para dos cargos de relevancia política en un gesto de distensión tras el violento desalojo de un campamento saharaui en El Aaiún que ha desembocado en la peor crisis entre Rabat y el Sáhara en los últimos años.
El saharaui Ahmedu Uld Suilem ha sido designado nuevo embajador de su país en España, mientras que Jalil Djil reemplazará al actual "wali" (gobernador civil) de El Aaiún, Mohamed Jelmous.
El monarca alauí ha recibido a Suilem en el Palacio Real de Rabat en una audiencia en la que también han estado presentes el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Taib Fasi Fihri, y el chambelán del rey, Brahim Frej.
El nuevo embajador de Marruecos en España fue uno de los miembros fundadores del independentista Frente Polisario y en julio de 2009 fue recibido por Mohamed VI en la celebración del décimo aniversario de su coronación, tras abrazar la iniciativa marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, a la que el Polisario se opone.
En relación a la huelga de hambre que protagonizó la activista Aminatu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote hace un año, Suilem declaró que estaba "convencido" de que detrás de las reivindicaciones de la saharaui estaba Argelia.
El cargo de embajador marroquí en España se encontraba vacante desde que, el pasado mes de enero, Omar Azziman abandonara Madrid para pasar a encabezar la Comisión Consultiva de la Regionalización (CCR), que Mohamed VI creó para sentar las bases de la descentralización de Marruecos, comenzando por el Sahara Occidental.
Cambio de "chaqueta"
La designación de Uld Suilem se conocía desde hace meses, pero hasta este viernes no se había materializado con su designación oficial por parte del monarca.
Uld Suilem nació en 1951 en Dajla, la antigua Villa Cisneros, cuando España administraba la que fue su colonia hasta 1975, y es "cheij" de la tribu guerrera de los Uled Delim.
El nuevo representante diplomático de Marruecos en Madrid estuvo vinculado al Frente Polisario desde su fundación, en 1973, y desempeñó el papel de embajador de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en países como Guinea Bissau, Angola y Panamá.
También estuvo involucrado en el levantamiento de 1988 en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) contra la dirección del Polisario, si bien, a diferencia de otros disidentes, optó por permanecer en las filas de este movimiento.
Estas tensiones con el presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz, acabaron desembocando en su marcha a Marruecos a finales de julio del año pasado, que fue cubierta con gran atención por los medios de comunicación marroquíes.
Nuevo "wali" en El Aaiún
Además, el monarca alauí ha nombrado, en el marco de un movimiento amplio de funcionarios de alto rango del Ministerio del Interior, al miembro del Consejo Real de los Asuntos Saharauis (CORCAS) Jalil Djil como "wali" de la región El Aaiún-Bojador-Río Rojo.
Por su parte, Jelmous, que había sido duramente criticado por la prensa marroquí por no poder impedir desde el inicio el establecimiento del campamento Gdaim Izik, será destinado a la región atlántica de Dukala-Abda.
Un comunicado del Ministerio del Interior ha señalado que estos nuevos nombramientos forman parte de "la preocupación constante" del rey Mohamed VI por "garantizar la gestión de los asuntos de sus súbditos leales y aplicar la buena gobernanza local".
Djil ha desarrollado diversos cargos de importancia en la administración marroquí desde 1975, y, entre otros puestos, fue destinado como embajador de Marruecos en Cuba y en Serbia.
Los disturbios desencadenados tras el desmantelamiento el pasado 8 de noviembre del campamento de Gdaim Izik, a las afueras de El Aaiún, han sido los más violentos en la ex colonia española desde hace casi dos décadas, y se saldaron con la muerte, según el balance oficial, de dos saharauis y once miembros de las fuerzas de seguridad.