Alerta internacional ante las nuevas publicaciones de Wikileaks
- El sentimiento general es el de "preocupación" por la seguridad
- Varios diplomáticos han condenado las filtraciones
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Los 250.000 documentosfiltrados por Wikileaks han puesto al descubierto asuntos de espionaje, maniobras y hasta asuntos de corrupción que apuntan a líderes mundiales como Putin, Ahmadineyad, Sarkozy, Merkel o Berlusconi y sus relaciones con Estados Unidos.
Desde la Casa Blanca se viene advirtiendo, desde las primeras publicaciones hasta esta última, de que lo único que consiguen estas revelaciones es poner en peligro la seguridad mundial. Es una postura que manitienen muchos países, implicados o no, que se han manifestado tras esta nueva filtración.
Con todo, y pese a cualquier tipo de crítica, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha culpado a la administración Obama de haber "rechazado la oferta presentada para realizar un diálogo constructivo".
Asegura que, en su lugar, ha preferido "adoptar una actitud hostil" reflejada en una advertencia enviada el pasado viernes por el consejero legal del Departamento de Estado norteamericano, Harold Hongju Koch, en la que se advierte a Assange de que Estados Unidos "no se involucrará en negociación alguna en relación a la divulgación de un material clasificado obtenido ilegalmente".
Preocupación sobre las consecuencias
Desde Irak, el ministro iraquí de asuntos Exteriores, Hoshyar Zebari, no ha dudado en criticar este lunes las publicaciones de Wikileaks y ha manifestado su interés en que no supongan perjudiciales para el proceso de formación que vive el país.
"Estas publicaciones realmente no nos ayudan", ha asegurado Zebari en una entrevista telefónica.
"Estamos entrando en una fase crítica en Irak ya que tratamos de formar un gobierno. Esperamos que esto no envene el ambiente entre los políticos y los líderes iraquíes", ha agregado.
En los documentos de Wikileaks, se punta hacia las presiones que ejercen diplomáticos estadounidenses en Irak y en las gestiones del país.
Francia, a cuyo presidente se sigue estrechamente y a quien se acusa de tratar de paralizar las iniciativas de EE.UU., ha asegurado que considera una "amenaza" la publicación de los documentos y se ha defendido asegurando que son un "gran apoyo del gobierno de EE.UU.", se gún ha asegurado este lunes el portavoz del Gobierno, Baroin.
"Estamos más que a favor de la administración de EE.UU. Estas publicaciones no sólo socavan la autoridad de los estados y la calidad de sus servicios sino que ponen en peligro a los hombres y mujeres que trabajaban al servicio de su país ".
Además, como también se había filtrado, ha asegurado que el gobierno francés había "sido informado por autoridades de EE.UU. de la realidad e inminencia de estas publicaciones".
Por su parte, el Gobierno de Berlín ha quitado hierro a las filtraciones de Wikileaks y ha afirmado que los comentarios reflejados respecto a algunos de sus ministros o la propia canciller federal, Angela Merkel, no alterarán las buenas relaciones con Estados Unidos.
"Las relaciones son estables y no van a sufrir alteraciones", ha asegurado este lunes el ministro de Cooperación y Ayuda al Desarrollo, Dirk Niebel, del Partido Liberal (FDP).
En términos parecidos se ha pronunciado su colega de Economía y correligionario, Rainer Brüderle, quien ha añadido, sin embargo, que lo ocurrido refleja la fragilidad de los conductos de comunicación.
"Está claro que apenas se pueden mantener ya conversaciones que no acaben publicadas. Hay que vivir con ello. Pero hay que tenerlo en cuenta también", ha afirmado el político liberal.
Austriala investigará si hay violación de alguna ley
Australia ha anunciado que irá más allá de las críticas y por ello investigará si Wikileaks ha violado alguna ley tras haber divulgado nuevos cables diplomáticos secretos.
Mientras, Nueva Zelanda ha asegurado que la filtración provocará caras de sonrojo en Estados Unidos.
El fiscal general australiano, Robert McClelland, ha ordenado a la Policía indagar en el caso, pues la controvertida página web" potencialmente puede haber incumplido varias leyes criminales".
Corea del Sur, quien, según los documentos, podría reunificarse con Corea del Norte gracias a incentivos económicos de China, ha preferido optar por la cautela y no valorar las filtraciones.
"No estoy en condiciones de hablar sobre el documento de EE.UU", ha declarado el portavoz del Ministerio de Exteriores, Kim Young-sun durante una conferencia de prensa este lunes.
"Es lamentable si el contenido de los documentos diplomáticos se ha filtrado pero no puedo responder con detalle con respecto a la materia específica, ya que son documentos de América y no me han confirmado las informaciones sobre la fuga", ha agregado el ministro surcoreano.
Silencio entre los aliados árabes de EE.UU.
Una de las informaciones que más han llamado la atención y a la vez han despertado preocupaciones ha sido la de los documentos que aseguran que son varios los países árabes que han presionado a Estados Unidos para perpetrar un ataque contra Irán y así acabar con su arsenal nuclear.
En concreto, los documentos revelan que el rey Abdullah de Arabia Saudita habría instado "con frecuencia a EE.UU. para atacar a Irán a poner fin al programa nuclear del país".
Sin embargo, y pese a la gravedad de las acusaciones, ningún país del Golfo ha respondido formalmente a estas revelaciones que supondrían la exposición de una doble moral de los estados árabes que tienen a asegurar la búsqueda de un acuerdo político con Irán.
La única voz que se ha manifestado ha sido la de Abdel Aziz al-Sager, director del Centro de Investigación del Golfo con sede en Dubai, quien ha asegurado que la publicación de estos documentos es "embarazosa" para los aliados de los Estados Unidos, pero sobre todo provocar "decepción".