Piden la dimisión del gobernador del Banco de Inglaterra por presionar a Osborne y Cameron
- Mervyn King se reunió con Cameron y Osborne para pedirles más ajustes
- Un ex miembro del Banco de Inglaterra le pide que renuncie
- King critica al primer ministro y dice que le falta profundidad
Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, podría convertirse en la primera víctima política de las revelaciones de los cables diplomáticos de Estados Unidos por parte de WikiLeaks, tras filtrarse sus presiones al primer ministro británico, David Cameron, y su ministro de Economía, George Osborne antes de las elecciones de 2010.
David Blanchflower, un prominente economista y ex miembro del comité de política monetaria, ha pedido en el diario The Guardian, uno de los que publica las filtraciones de Wikileaks en exclusiva, que se vaya al mostrar sus afirmaciones al embajador de Estados Unidos su "sed de poder e influencia que han nublado su juicio demasiadas veces".
Para el economista, los papeles de Wikileaks muestran que King ha jugado un papel central para persuadir a la coalición de Gobierno de que vaya más allá en su programa de reducción de déficit de lo que había defendido ningún político en la campaña electoral. El ajuste es el mayor desde la II Guerra Mundial.
Blanchflower, que dejó su puesto el pasado año en el Banco de Inglaterra, ha advertido de que el programa de reducción de déficit podría llevar a la recisión y ha considerado que las declaraciones de King hace insostenible su permanencia en el cargo.
"King es un chico listo y eso siempre ha estado muy claro. Desafortunadamente ha cometido ahora un imperdonable pecado respecto al compromiso de independencia del Banco de Inglaterra", ha subrayado
"Se espera que sea políticamente neutral pero se ha mostrado como alguien sesgado políticamente y como resultado tiene una situación insostenible", ha añadido.
Reuniones previas
King asegura al embajador de EE.UU., Louis Susman, que Osborne y Cameron no tienen experiencia, su círculo próximo carece de profundidad y solo piensan en los asuntos en clave electoral.
Además -y eso es lo que fundamentalmente critica Blanchflower- que mantuvo reuniones con Cameron y con Osborne cuando eran candidatos para urgirles a que tuviesen un plan detallado de reducción de déficit.
En una nota enviada a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, su embajador aseguraba que King tenía mucha preocupación porque consideraba que ni Cameron ni Osborne carecían de la fortaleza necesaria para resistir la presión que podrían encarar por diferentes grupos de cara al recorte de gasto que se avecinaba.
Un portavoz del Banco de Inglaterra se ha limitado a asegurar que el gobernador tiene "una relación muy efectiva con el canciller y el primer ministro".