Pompeya, una "ciudad frágil"

• Las lluvias provocan tres derrumbes en Pompeya la última semana
• Hace un mes hubo otro, pero sus responsables lo ven normal

El derrumbe de la Casa del Moralista se dio a conocer el 30 de noviembre.

Pompeya se cae a trozos. Parece un discurso pueril y simplista culpar de ello a las lluvias intensas que llevan tiempo azotando el área arqueológica.

En la mañana del miércoles dos muros se han venido abajo. El martes se descubrió que se había derrumbado también la casa del Moralista.  Unos inspectores, de reconocimiento en el área, hallaron el montón de escombros donde se levantaba esta casa.

Algunas fuentes señalan que hay fotos realizadas el sábado pasado en las que se ven  los cascotes donde estaba el edificio. Ni siquiera saben cuándo se ha venido abajo.  La Casa del Moralista fue restaurada hace dos años. El coste de los trabajos ascendió a 450.000 €.   Ahora es sólo recuerdo.

La desaparición del edificio y la caída de los dos muros de este miércoles vienen a sumarse al derrumbe de la Casa de los Gladiadores.  Tras aquel hecho, el ministro de Cultura  se lavó las manos diciendo que estaba lloviendo demasiado y que, además, Pompeya no era de su competencia porque el área arqueológica se autogestiona con el rendimiento que generan las visitas.

Ahora, el minsitro de Cultura vuelve a pedir que no se siembre el alarmismo en torno a Pompeya. Entre tanto, la superintendente del lugar, Jeannette Papadopoulos, señala que los derrumbes "pueden ocurrir en la vida de una vasta área arqueológica con más de 2.000 años y, sobre todo, debido a las condiciones climáticas que se viven estos días".

Curándose en salud, Papadopoulos  advierte de que no se pueden excluir nuevos derrumbes ya que, asegura, "Pompeya es una ciudad frágil".