Obama visita por sorpresa Afganistán pero no se reunirá con Karzai en pleno 'Cablegate'
- El presidente de EE.UU. visita a las tropas pero no irá a Kabul
- Las últimas revelaciones de Wikileaks muestran la debilidad del líder afgano
- La revisión de la estrategia en Afganistán se conocerá a mitad de diciembre
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha llegado a Afganistán en una visita sorpresa donde tiene previsto reunirse con el jefe de las tropas de la OTAN, el general David Petraeus, y hablar a los soldados americanos desplegados en el país, aunque no verá finalmente al presidente afgano, Hamid Karzai, por las malas condiciones meteorológicas.
Así, el presidente de EE.UU. mantendrá un encuentro por videoconferencia con el líder afgano y ha anunciado que la revisión de su estrategia en Afganistán se dará a conocer en la semana del 13 de diciembre.
Obama estará durante tres horas en la base aérea de Bagram, a 50 kilómetros de Kabul, desde donde tenía previsto desplazarse en helicóptero a Kabul pero finalmente no será posible por el mal tiempo.
Es la segunda visita de Obama al país asiático desde que llegó a la Casa Blanca. La anterior fue en marzo de este año.
Tormenta diplomática
Obama llega a Afganistán en plena tormenta diplomática por la difusión de los cables diplomáticos de las embajadas de EE.UU. por parte de Wikileaks, en los que se retrata a Karzai como un gobernante débil incapaz de gobernar a un país hundido en la corrupción.
En los últimos documentos conocidos este mismo viernes, un diplomático estadounidense relata cómo ministros afganos consideran que Karzai se pierde en "una serie de historias extrañas de conspiraciones contra él" y se muestran dispuestos a ayudar a EE.UU. en un intento de evitar que "se extravíe".
Así el ministro afgano de finanzas, Omar Zakhilwal describe a Karzai como "un hombre extremadamente débil" que no escucha fácilmente los hechos mientras el ex ministro de Interior Hamif Atmar considera que Karzai no entiende la política estadounidense en la región.
Por su parte, el jefe de gabinete de Karzai, Omar Dawoodzai, sugirió el pasado mes de febrero que algunos partidarios de Karzai "comparten una serie preocupación" sobre sus acciones.
La misma persona contó a altos cargos americanos en 2009 que estaba "avergonzado" por la decisión de Karzai de perdonar a un policía fronteriza pillado con heroína.