La ONU mantiene su reconocimiento a la victoria de Ouattara en las elecciones de Costa de Marfil
- El BM advierte que podría "volver a evaluar la utilidad" de los programas de ayuda
- Unos 8.000 soldados de la ONU mantienen la paz en el país
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha expresado su "profunda preocupación" por la situación de punto muerto que persiste en Costa de Marfil, tras la proclamación de los resultados presidenciales, según informa Efe. Ban ha reiterado su reconocimiento de Alassane Ouattara como vencedor.
Ban, según un comunicado de su portavoz, ha indicado su "profunda preocupación" por la situación del país africano, "pese al resultado transparente y creíble de la segunda vuelta electoral tal como lo anunció la Comisión Electoral Independiente (CEI) el 2 de diciembre y lo certificó el representante del secretario general", Y.J. Choi, al día siguiente.
El pasado sábado, tras conocer los resultados de los comicios, el candidato opositor Alassane Ouattara y el hasta ahora gobernante, Laurtent Gbagbo, fueron investidos en distintas ceremonias después de que Gbagbo se negara a reconocer su derrota. Según la Comisión Electoral Independiente (CEI), Ouattara obtuvo la victoria con el 54% de de los votos, mientras Gbagbo se quedó en el 46%.
Se agrava la crisis
Ban reconoció la victoria de Ouattara, de la Agrupación de Hufuetistas para la Democracia y el Desarrollo (RHDP), como ganador de la segunda vuelta de las presidenciales, pese al dictamen del Consejo Constitucional del país de que el vencedor fue Gbagbo.
La crisis política ha desembocado en la insólita situación de que el país africano cuenta, en estos momentos, con dos jefes de Estado. Aunque el CEI y la ONU han reconocido a Ouattara, el Consejo Constitucional del país emitió un dictamen dando por vencedor al actual gobernante, Laurent Gbagbo.
El secretario General de la ONU quien subrayó que "el resultado de la elección presidencial, tal como lo certificó su representante, ha sido reconocido por la comunidad internacional en su conjunto, lo que demuestra su firme voluntad y compromiso hacia Costa de Marfil".
Además, el máximo responsable de la ONU ha reiterado su llamamiento a a los ciudadanos marfileños para que sean "pacientes", al tiempo que subrayó que la ONU, y su misión en Costa de Marfil (ONUCI) "harán todo lo que está en su poder para preservar la paz y la seguridad en el país dentro de su mandato".
Mientras el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo también han expresado su "gran frustración y preocupación" por la crisis vivida en el país africano y ha anunciado que podría reevaluar su programa de préstamos a Costa de Marfíl.
"En línea con nuestras políticas, y vamos a seguir de cerca la evolución de monitor y volver a evaluar la utilidad y eficacia de nuestros programas teniendo en cuenta el desglose del Gobierno", ha expresado la entidad mediante un comunicado.
Mediación internacional
El enviado especial de la Unión Africana y ex presidente sudafricano Thabo Mbeki ha llegado este domingo a Costa de Marfil para entrevistarse con los implicados e intentar mediar en el conflicto. Mbeki ha declarado que "es importante evitar la violencia, para no volver a la guerra, y haremos todo lo posible para encontrar una solución pacífica", mientras la tensión se mantiene y el riesgo de una conflagración civil es alto.
Por su parte, Alassane Ouattara, ha pedido este domingo al enviado especial de la Unión Africana, Thabo Mbeki, que reclame a su rival que abandone la Jefatura del Estado que ha ocupado los diez últimos años.
Un contingente de unos 8.000 soldados de la Misión de Naciones Unidas en Costa de Marfil mantiene la paz en el país y sirve de barrera para evitar confrontaciones entre los militares y las Fuerzas Nuevas.
Costa de Marfil es un país situado en el golfo de Guinea de algo más de 20 millones de habitantes que se independizó de Francia en 1960. Hasta los años 90 fue uno de los referentes de estabilidad en el oeste de África y de prosperidad, basada en su producción de café y cacao.
Pero desde el golpe de Estado de 1999, el país sufre una constante inestabilidad. En el 2004, la ONU desplegó una misión de casi 10.000 cascos azules (UNOCI), que ha prometido asegurar el éxito de estas elecciones.