La investigación científica en los tribunales
A hombros de gigantes
Programa de divulgación científica. Es un espacio pegado a la actualidad con los hallazgos más recientes, las últimas noticias publicadas en las principales revistas científicas, y las voces de sus protagonistas. Pero también es un tiempo de radio dedicado a nuestros centros de investigación, al trabajo que llevan a cabo y su repercusión en nuestra esperanza y calidad de vida. Los sábados de 01:00 a 02:00 horas
La resolución de un proceso judicial va a depender de la investigación y de las pruebas aportadas, muchas de ellas de carácter científico.
El éxito de una investigación puede precisar de la unión entre médicos, químicos, biólogos, matemáticos, informáticos y otros profesionales que aplicarán sus conocimientos en conjunto.
Pero además, es necesario que todas las actuaciones científicas sean de utilidad a los especialistas en Derecho que son los que al final del proceso, deberán valorar y juzgar de acuerdo a las pruebas que se les presenten.
De todo ello hemos hablado en 'A hombros de gigantes' con Julio Pérez Gil, profesor de Derecho Procesal de la universidad de Burgos, autor del libro 'El conocimiento científico en el proceso civil. Ciencia y tecnología en tela de juicio'.
Un libro estrictamente jurídico, que aborda desde la perspectiva del jurista la forma en que entran en diálogo la ciencia y el derecho en momentos de conflicto, precisamente cuando se suscitan los problemas ante los tribunales.
Claves para resolver casos
El profesor Pérez Gil nos ha explicado que las pruebas de carácter científico son hoy moneda común ante los tribunales y contribuyen ineludiblemente a las decisiones que cada día adoptan los jueces.
El acercamiento a la ciencia y a la tecnología es por tanto absolutamente necesario para que la Justicia pueda resolver las cuestiones que ante ella se suscitan. Pero el conocimiento experto no siempre es fácil de presentar de forma comprensible ante los tribunales.
Ha negado que los científicos, con las pruebas aportadas, sean quienes dictan las sentencias. Asegura que hay algunas que son aceptadas por los jueces sin excepción, como el caso de las identificativas (huellas dactilares o pruebas de ADN). Otras, como los documentos digitales, pueden ser contempladas con cierto recelo.
En la entrevista se ha abordado la posibilidad de que haya científicos que actúen como peritos y se vendan al mejor postor, del coste de la pericia, y de cómo los científicos valoran su opinión en términos de probabilidades, lo que no debe llevar a confusión: probabilidad no significa inseguridad.