Kosovo celebra el domingo sus primeras legislativas desde la independencia
- La minoría serbia está llamada a boicotear los comicios
- La actual coalición gobernante no renovará su pacto
Kosovo afronta este domingo una prueba democrática crucial con la celebración de las primeras elecciones legislativas desde su independencia unilateral de Serbia en 2008, adelantadas tras romperse la coalición gubernamental.
Conscientes de la importancia de pasar su primera gran prueba democrática, los líderes de la antigua provincia serbia instaron a los ciudadanos a votar pacíficamente para elegir a 120 diputados, incluidos 20 escaños destinados a las minorías, 10 de ellos para los serbo-kosovares.
"Debemos demostrar que sabemos cómo organizar elecciones libres y limpias. El 12 de diciembre debería de ser considerado un día de fiesta nacional, los ciudadanos deberían salir a votar de forma masiva", afirmó en el fin de la campaña el presidente en funciones, Jakup Krasniqi.
Las autoridades locales organizan por primera vez los comicios, a los que acuden 29 partidos políticos, ocho de la minoría serbia, lo que supone toda una prueba de madurez para esta joven democracia.
El Partido Democrático (PDK) del primer ministro en funciones, Hashim Thaci, encabeza la última encuesta con un 30% de los votos, poco menos de dos puntos frente a su gran rival y anteriormente socio en el Gobierno, la Liga Democrática (LDK) que lidera el alcalde de Pristina, Isa Mustafa.
Mustafa, conocido como "el hombre de hielo", por su poca expresividad, rechazó revalidar una nueva coalición con el PDK, lo que creará cierta incertidumbre por lo fragmentado que se prevén los resultados.
Los asuntos que han dominado la campaña fueron la lucha contra la corrupción y la creación de empleo, en un país con un paro del 47% de la población y un sueldo medio de 250 euros.
Los kosovares han mostrado su malestar con el anterior gobierno de coalición, como demuestra que el 91% considerase alto su nivel de corrupción, según una encuesta del Gallup Balkan Monitor.
De ello se beneficiará Autodeterminación, una nueva formación a la que las encuestas dan el 16% de los votos y que está liderada por el nacionalista Albin Kurti, tan carismático como poco deseado por las autoridades kosovares y por los funcionarios internacionales que tutelan el territorio.
Kurti, de 35 años, -detenido por la ONU en 2007 por incitación a la violencia tras organizar una manifestación en la que murieron dos personas- aboga por la unificación con Albania y la reducción de la autonomía de la minoría serbia, algo que viola la Constitución.
Kosovo es el país más joven de Europa, no sólo por su independencia en 2008, sino porque el 65% de sus habitantes tienen menos de 30 años.
El cuarto partido más votado, con el 12%, sería la Alianza para el Futuro (AAK), cuyo presidente, Ramush Haradinaj, está en La Haya acusado de crímenes de guerra, mientras que la Alianza por un Kosovo Nuevo (AKR), del multimillonario Behgjet Pacolli, lograría el 6%.
Kosovo busca aumentar el reconocimiento internacional, que actualmente asciende a 72 Estados, con el desarrollo sin incidentes de importancia de estas elecciones.
Sin embargo, la violencia ya apareció el pasado miércoles con la muerte por disparos de un político de la minoría bosnia leal a las instituciones de Pristina.
La muerte se produjo en el conflictivo norte de Kosovo, donde se concentra la minoría serbia, y las autoridades kosovares la han calificado como una forma de amedrentar a quienes quisieran votar.
A pesar de que el Gobierno de Serbia y la Iglesia Ortodoxa han solicitado a los serbo-kosovares el boicot a las elecciones, se espera que éste sólo se deje sentir en el norte fronterizo con Serbia.
Alrededor de 6.000 policías, apoyados por las fuerzas de la OTAN, vigilarán que no se produzcan incidentes, mientras que unos 32.000 observadores locales e internacionales se encargarán de la transparencia de la cita con las urnas.