Una araña prehistórica perfectamente conservada

Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Con sus ocho patas largas y sus mandíbulas poderosas, las arañas recorren la superficie de la Tierra desde hace cientos de millones de años. Sus fósiles no son fáciles de encontrar.

Hace bien poco, en 2009, se halló en China el primero y único, por el momento, del periódo Jurásico. Y está espectacularmente bien conservado. Parece una foto.

La araña fosilizada ha sido estudiada por el paleontólogo experto en estos invertebrados Paul Selden, de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos.

El fósil es de hace 165 millones de años, es decir, de mediados del periodo Jurásico. Se encontró en un yacimiento situado en el norte de China, llamado Daohugou, que en aquellos años, cuando vivía la araña prehistórica, era un lago. Por eso, en este caso además de la araña desenterraron salamandras, pequeños mamíferos, insectos y crustáceos.

Una araña pequeña con patas enormes

La araña es pequeña.  Su cuerpo no supera los 3 milímetros y medio. Eso sí, sus patas son muy largas en comparación con su minúsculo cuerpo. Algunas superan los 10 milímetros.

Encontrar este fósil ha sido todo un golpe de suerte porque es difícil encontrar arañas. Su cuerpo es blando y es complicado que no se haga añicos al poco tiempo de morir.

En el caso de nuestra araña protagonista, ha sucedido todo lo contrario. Creen los investigadores que quedó atrapada en cenizas volcánicas. Las finísimas partículas cubrieron con delicadeza su cuerpo y así, se fosilizó sin daños en su estructura. Así, detalles como los pelos de las patas han quedado perfectamente plasmados en la piedra.

Hoy en día, el tipo de araña a la que pertenece el ejemplar fosilizado, las Plectreuridae, ya no viven en Asia. Sólo en Nortemérica: en concreto en California, Arizona y Méjico.

Selden cree que en el pasado debió haber algún cambio en el tipo de vegetación de la zona donde vivían en Asia y por eso tuvieron que abandonar ese área.

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