La salud del oso pardo evoluciona favorablemente
- Su población aumenta de forma lenta pero estable
- De 50 ejemplares en la década de los años 70 se ha pasado a unos 130
- Su salud es más sana, hay más animales y ocupan mayor parte del territorio
Hace cuatro décadas, en los años 70, Félix Rodríguez de la Fuente denunciaba en uno de los capítulos de la serie de televisión 'El hombre y la Tierra', que el oso pardo estaba "al borde de la extinción".
Por aquel entonces quedaban poco más de 50 ejemplares en toda la cordillera cantábrica. Ahora, cuarenta años después, y gracias a las labores de conservación que se han llevado a cabo desde entonces, se ha pasado a unos 130 animales, que podrían ser hasta 150.
La evolución es "lenta pero estable", señala a RTVE.es Mariano González, coordinador de especies amenazadas del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). No obstante, añade González, "la cifra sigue siendo baja pero lo importante es la tendencia de recuperación y la pendiente está en aumento".
Así, tras su reunión anual, este grupo de expertos, en el que se incluyen todas las comunidades autónomas con osos pardos (Cantabria, Castilla y León, Asturias, Galicia, Navarra, Aragón y Cataluña), han reconocido que estos datos confirman la recuperación de la especie.
Los programas de conservación señalan una gran mejoría en la cordillera cantábrica. También se nota un amento en la parte centro oriental de los Pirineos, sin embargo el oso pardo sigue viviendo malos tiempos en el Pirineo occidental.
“La cifra sigue siendo baja pero lo importante es la tendencia de recuperación“
Aunque no ha sido un buen año de observación, se ha podido constatar que unos 30-40 ejemplares habitan en la montaña palentina. El resto, un centenar de osos, viven en Asturias y ocupan grandes espacios poblacionales.
Cada vez más hembras reproductoras
"Además del aumento de ejemplares, y de territorio, el número de osas con crías también ha crecido considerablemente". Este aumento refleja que la especie tiene amplios parajes donde encontrar alimento, principalmente arándanos -uno de sus frutos favoritos-, lo que "certifica el buen estado de salud de los ejemplares" ratifica González.
Por tanto, "la población es más sana, hay más animales y ocupan una mayor parte del territorio", explica el experto. "Eso es lo mejor, no sólo que crezcan, si no que recolonicen territorios que anteriormente habían tenido que abandonar, seguramente por la acción del hombre".
“Igual en 10 años llegamos a 500 ejemplares, una buena cifra de seguridad“
Sin embargo, el experto del MARM señala que "el número sigue siendo pequeño. Pero lo importante es la tendencia, sobre todo en especies tan sensibles". Y aunque este trabajo "no es fruto de un año", dice González, "los animales son muy agradecidos y empiezan a recuperarse".
Una buena cifra para que el oso pardo deje de estar amenazado "serían 500 ejemplares" afirma González. "Vamos en el camino y no es un número tan lejano porque el crecimiento está aumentando exponencialmente. Igual en 10 años conseguimos llegar a esta cifra de seguridad" concluye.