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Prisión sin fianza para el asesino de Olot, que pensaba matar a otras dos personas

  • Se trata del dueño del bar donde se produjo el tiroteo y un cliente
  • Dos pagas extras y una deuda de 4.000 euros en la tarjeta, el móvil
  • El acusado dice que se sintió "dominado por una serpiente en el estómago"

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Cárcel sin fianza para el hombre que mató a cuatro personas en Olot

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Olot (Girona) ha decretado este viernes prisión provisional sin fianza para el albañil que el miércoles mató a sus dos jefes y a dos empleados de una sucursal bancaria agobiado por problemas económicos.

Según ha trascendido de su declaración ante el juez, Pere Puig ha reconocido ser el autor de los cuatro asesinatos y ha confirmado que pensaba matar a dos personas más: el dueño del bar donde se produjo el primer tiroteo, 'La cuina de l'Anna', y un amigo de los constructores que también acostumbraba a frecuentar el local.

Según ha informado el abogado de la familia de los constructores asesinados, Carles Monguilod, el asesino ha relatado al juez que los constructores le debían dos pagas extras y 15 días de sueldo del mes actual, que en su opinión ascenderían a unos 2.400 euros.

En el caso de los dos empleados de Caja del Mediterráneo asesinados, Monguilod ha mencionado una deuda de tarjeta de crédito de unos 4.000 euros, de la que al parecer tendría pendiente el pago de unos intereses que el acusado consideraba injustos.

Además, ha apuntado a otro móvil -más allá del económico- ya que ha lamentado que todos se burlaban de él y no podía soportarlo.

El abogado particular de la familia Tubert se ha mostrado "impactado" por la "frialdad" en la confesión de Pere Puig, quien habría explicado que antes de cometer los crímenes decidió vestirse de cazador porque iba "a cazar, en este caso personas", ha señalado el letrado.

"Dominado por una serpiente en el estómago"

La abogada defensora del asesino confeso, Nuria Masó, ha puntualizado la versión de la acusación respecto a esta declaración y ha descartado que Puig pensara matar a más personas Según Masó, el acusado disparó contra quienes había en ese momento en el establecimiento y contra los que tenía algún problema.

La letrada ha asegurado que Puig ha aclarado al juez que "con el pan de su mesa no juega nadie" y que se sintió "dominado por una serpiente en el estómago y en el cerebro".

Además, ha indicado que la supuesta deuda de VISA era "por una cantidad superior a los 4.000 euros" que el acusado creía tener saldada.

Finalmente, Masó ha manifestado que su defendido se había declarado "arrepentido" y que había pedido perdón a las familias de las víctimas.

Bromeó con matar a alguien

Este viernes también se ha sabido que Pere P.P. bromeó hace un tiempo y en presencia del constructor Joan Tubert, una de las víctimas, con que "quería ser famoso" y "mataría a alguien", a lo que Tubert le dijo, con el mismo tono, que él no estaría entre ellos.

Así lo ha revelado antes de la declaración el abogado de la familia Tubert, Carles Monguilod, que ha explicado que ahora la familia ha empezado a recordar conversaciones, aunque en ningún momento sospechó nada.

Además, Monguilod ha asegurado que la familia no se explica los hechos y ha desmentido que se le debieran al albañil meses de trabajo, aunque sí ha admitido que se le debían dos semanas, que el mismo día de los inesperados hechos se le iba a abonar.

Niegan que fuera a ser despedido

Los Tubert también han negado que el asesino fuera a ser despedido, y han señalado que tenía trabajo para los próximos cuatro o cinco meses, que era lo que iba a durar la obra en la que estaba empleado cerca del bar de La Canya, donde se produjo el primer tiroteo.

La familia de los dos constructores asesinados se personarán como acusación particular contra el presunto autor de los hechos que ha pasado este viernes a disposición judicial.

En la reconstrucción del crimen el detenido reconoció la autoría ante los Mossos. El homicida, albañil de 57 años, mató presuntamente a tiros al dueño y al hijo de la constructora Tubert, en la que trabajó durante unos 15 años, cuando ambos desayunaban en un bar de La Canya, en Olot (Girona), y poco después, asesinó a dos empleados de una sucursal de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

Coincidiendo con la declaración de Puig ante el juez, Olot ha acogido el entierro de dos de los asesinados el pasado miércoles, los empleados de la oficina de la CAM Anna Pujol y Rafael Turró, un sepelio que ha contado con una gran asistencia.

Esta tarde está previsto el entierro del constructor y de su hijo tras un oficio religioso en la iglesia de San Esteve.