Los primates, más o menos tiempo de luto en función del clima
- Algunas hembras cargan durante días con sus crías muertas, otras sólo horas
- Depende de las condiciones ambientales, en función del calor y el frío
- En regiones calurosas, el cuerpo se descompone y lo abandonan antes
Muchos primates cargan durante días, o incluso semanas, con el cuerpo de sus crías muertas en señal de duelo. Ahora, un equipo de investigadores americanos han determinado que las condiciones ambientales determinan ese periodo de luto en los geladas (Theropithecus gelada), una especie de monos similares a los babuinos.
Entre 2007 y 2010 estos científicos observaron a 14 hembras que cargaban con los cuerpos muertos de sus recién nacidos en Etiopía.
Algunas abandonaron los cadáveres en cuestión de horas, pero una de ellas no lo hizo hasta 48 días después, aunque la carne del cráneo se había podrido, como recoge la revista American Journal of Primatology.
A pesar de esta salvedad, hay animales que no cargan con el cuerpo de las crías muertas o que sólo lo hacen durante un periodo corto, pero no implica que sientan más o menos la pérdida de los cachorros.
El calor descompone, el frío frena la descomposición
Según recoge la publicación científica NewScientist, es el clima, el frío o el calor, el que determina cuanto tiempo se mantienen las madres junto a los bebés muertos.
En regiones cálidas donde hace más calor, los cuerpos se descomponen rápidamente, lo que obliga a las hembras a abandonarlos a las pocas horas, o durante los dos primeros días.
En cambio, el frío frena la descomposición del cadáver, "por lo que madre lo trata como si todavía estuviera vivo" señala el responsable del estudio, Peter Fashing, investigador de la Universidad Estatal de California, y se quedan mucho más tiempo pegadas a sus pequeños.
¿Animales más compasivos?
El equipo de Fashing también observó como un grupo de geladas abandonaron a una hembra enferma junto a su cría muerta. Una conducta que no tiene nada que ver con los chimpancés en cautivero, que cuidan de los compañeros moribundos.
Según los expertos, este comportamiento podría deberse a que los chimpancés son más compasivos que los geladas, o porque los animales criados en cautividad siempre tienen comida cerca y no tienen que alejarse en busca de alimento.