Corea del Norte da el visto bueno al retorno de inspectores del OIEA
- El intermediario en la negociación ha sido Bill Richardson, gobernador de Nuevo México
- Pyongyang ha acordado negociar la venta de 12.000 barras de combustible nuclear
Corea del Norte ha dado el visto bueno al retorno de los inspectores del OIEA a sus instalaciones nucleares tras una serie de conversaciones con el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, según ha informado la cadena de televisión CNN.
Además de permitir el acceso de los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Pyongyang ha acordado negociar la venta de 12.000 barras de combustible nuclear y enviarlas a otro país, posiblemente Corea del Sur, ha indicado la cadena de televisión, que acompaña en su viaje al gobernador y ex embajador de EE.UU. ante la ONU. Ese combustible sería suficiente para fabricar entre seis y ocho armas nucleares.
Richardson se encuentra en Corea del Norte para una visita de cinco días de carácter no oficial y durante la que se ha reunido con altos funcionarios del régimen comunista.
Hasta el momento no está claro el alcance del acuerdo, que Corea del Sur ha asegurado que desconoce.
El Gobierno de EE.UU. acusa a Pyongyang de desarrollar un programa nuclear secreto y busca que ese régimen renuncie a sus actividades atómicas a través de las conversaciones a seis bandas en las que participan las dos Coreas, EEUU, Rusia, Japón y China. Sin embargo, esas conversaciones se encuentran estancadas desde hace cerca de dos años.
Maniobras del régimen surcoreano
Según la CNN, en sus reuniones Richardson instó a Corea del Norte a no tomar medidas de represalia contra las maniobras con fuego real que desarrolla Corea del Sur.
Pyongyang también se mostró de acuerdo en considerar la propuesta de Richardson en favor de una comisión militar entre EE.UU. y las dos Coreas, así como una línea de comunicación entre los Estados Mayores de Pyongyang y Seúl.
Las maniobras surcoreanas se desarrollaron sin incidentes ante la isla surcoreana de Yeonpyeong, atacada el mes pasado por el régimen norcoreano con rondas de artillería que provocaron cuatro muertos.
Según la agencia surcoreana Yonhap, un portavoz de la Junta de Jefes del Estado Mayor afirmó que no hubo ninguna "provocación" del régimen norcoreano durante las maniobras, en las que participaron diez barcos de guerra, cazas de combate F-15 y cañones autopropulsados K-9.
Pyongyang no reconoce la línea fronteriza marítima trazada en 1953 al término de la Guerra de Corea y el Mar Amarillo ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos entre ambos países vecinos.