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La UE vigilará "de cerca" la polémica ley "mordaza" de Hungría

  • La ley aumenta el control del Gobierno sobre los medios de comunicación
  • Periodistas, la oposición y jefes de Gobierno internacionales la critican 

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Los periodistas y la oposición en Hungría, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), y jefes de Gobierno internacionales como la canciller alemana, Angela Merkel, han criticado la controvertida ley que aumenta el control del Gobierno sobre los medios de comunicación.

El texto legal, aprobado este lunes, prevé la creación de un órgano, nombrado por el Gobierno, encargado de supervisar los informativos de los medios públicos y con autoridad de multar a los privados que se consideren vulneren la "moral pública".

"Estoy preocupada porque el Parlamento húngaro ha aprobado una ley de medios que, mal usada, puede silenciar a los medios críticos y al debate público en el país", ha denunciado este miércoles en un comunicado Dunja Mijatovic, la responsable de libertad de prensa de la OSCE.

Para Mijatovic, esta ley "va contra los estándares de la OSCE", al entender que "da poderes inusualmente amplios a la recientemente creada autoridad y consejo de medios, que están dirigidos exclusivamente por miembros apoyados por el partido gobernante".

Una concentración de poder que "no tiene precedentes en las democracias europeas y que daña la libertad de prensa", ha denunciado la representante de la OSCE.

La Comisión Europea (CE), ha asegurado un portavoz, va a "evaluar de cerca" la nueva ley de prensa aprobada en Hungría para verificar si respeta las normas y principios comunitarios.

La "segunda dictadura" en Europa

También para la oposición socialista la nueva ley, aprobada gracias a la mayoría absoluta de que goza el conservador partido Fidesz del primer ministro Viktor Orbán, "va en contra de los valores europeos".

Attila Mesterházy, presidente del partido, ha pedido al presidente del país, Pál Schmitt, que no ratifique el texto y que lo remita al Tribunal Constitucional para su revisión.

Fuera de Hungría, el ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, no ha escatimado en críticas y ha llegado a comparar a Hungría con la convulsa Bielorrusia. "Hasta ahora Lukashenko (el presidente bielorruso) era considerado el último dictador de Europa. Cuando la ley se promulgue, ya no habrá sólo uno", ha sentenciado.

La canciller alemana, Angela Merkel, también ha mostrado también su preocupación porque una ley de este tipo sea aprobada justo por el país que está a punto de asumir la presidencia de la Unión Europa.

Un portavoz gubernamental ha asegurado que Merkel sigue "con gran atención" la aprobación de esta normativa y ha recordado que "como futura presidencia de la UE, Hungría tiene la responsabilidad sobre la imagen del conjunto de la Unión en el mundo".

Una ley contraria a la democracia

La nueva ley, que entrará en vigor el 1 de enero,  establece también que la agencia estatal de noticias, MTI, supervise y unifique los informativos de las tres cadenas públicas de televisión.

Pál Eötvös, presidente de la Asociación Nacional de Periodistas Húngaros,  ha denunciado que con esta ley "se realiza el control de la opinión pública, porque es una autoridad que decide qué es lo que va contra la ley. Esto daña la democracia".

Distinta ha sido la opinión de la Comunidad de Periodistas Húngaros, que considera positiva la ley por su capacidad para limitar "la violencia y el horror en las pantallas".

La ley establece que el 50% de las series, películas y documentales emitidos en televisión tienen que ser producciones europeas, y de ellas un tercio han de ser húngaras.

La ley también fija en un 35% la difusión de música húngara las emisoras de radio.