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Los partidarios del presidente electo de Costa de Marfil piden la intervención militar internacional

  • El primer ministro de Ouattara demanda el uso de la fuerza
  • Advierte del peligro de una guerra civil y la "locura asesina" de Gbagbo

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Guillaume Soro, primer ministro nombrado por el presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, ha pedidoa la comunidad internacional que use la fuerza para desalojar del poder al saliente Laurent Gbagbo, que se resiste a reconocer su derrota en las presidenciales del pasado día 28.

"Tras toda la presión internacional y las sanciones que no han tenido efecto en Gbagbo, es evidente que sólo queda una solución, la fuerza", ha declarado Soro a la televisión francesa i-Télé.

En palabras por teléfono desde Abiyán, Soro ha hecho un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU, a la Unión Europea (UE), a la Unión Africana (UA) y a la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO) a que se planteen el uso de la fuerza y ha reconocido que "la situación de seguridad del país es muy preocupante".

Gbagbo, que preside el país desde el año 2000, se niega a reconocer la derrota en las presidenciales del pasado día 28, pese a que los organismos internacionales de supervisión de los comicios dieron la victoria a Ouattara con más del 54% de los votos.

Ingredientes para una guerra civil

En otra cadena de televisión, BFM, Soro ha advertido de que "todos los ingredientes de una guerra civil están reunidos".

"Estamos ante una locura asesina", ha agregado el político, quien no ha descartado que Gbagbo, "acosado" por la comunidad internacional, "sea cada vez más violento y siga una vía suicida".

Mientras, el Gobierno de Ouattara ha insistido en que Laurent Gbagbo deje la Presidencia y le ha acusado de utilizar mercenarios y milicianos en contra de sus seguidores.

En respuesta al mensaje emitido ayer por Gbagbo, quien insistió en retener el poder y que pidió a su rival y los miembros de su Gobierno que abandonaran el Hotel Golf de Abiyán, donde han instalado su sede, y se fueran a sus casas, la portavoz de Ouattara, Anne Oulotto, ha contestado que quien debe dejar la Presidencia es Gbagbo.

Oulotto ha recalcado que Gbagbo, rechazado por la Comunidad internacional, "no tiene otro remedio que reconocer el veredicto de las elecciones, la victoria de Alassane Ouattara, y dejar el Palacio Presidencial", al tiempo que calificaba de "inaceptable" el hecho de que insista en que es el presidente .

Respecto a las manifestaciones de Gbagbo de que Ouattara y sus seguidores podían salir sin problema del Hotel Golf, la portavoz la calificó de "trampa", pues están rodeados por "tres mil milicianos y mercenarios reclutados por Gbagbo", lo que consideró "inquietante".

La presión internacional sobre el presidente saliente se acrecienta y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha anunciado este miércoles la congelación de la ayuda a Costa de Marfil.

Algunos países europeos, como Francia, ex potencia colonial, y Alemania, han pedido a sus ciudadanos que abandonen el país.