Assange: "Si me extraditan a EE.UU. es muy probable que acabe siendo asesinado"
- Ha asegurado que su destino está en manos de Cameron
- Defiende que no le extraditarán porque cuenta con la opinión pública
Julian Assange se ha manifestado este viernes sobre su situación actual y lo ha hecho para lanzar un mensaje contundente:"Si me extraditan a una cárcel de EE.UU. es muy probable que acabe siendo asesinado".
Así se lo ha manifestado al diario The Guardian, al que también ha asegurado que su extradición sería "políticamente imposible" para Gran Bretaña ya que cuenta con el apoyo de la opinión pública, por lo que al primer ministro británico, David Cameron, "no le interesa ceder a las presiones de EE.UU.".
"Es todo una cuestión de política. Podemos suponer que habrá un intento de influir en la opinión política del Reino Unido, y para influir en la percepción de nuestra posición como un actor moral", ha asegurado a este medio.
Tras reiterar, como ha hecho hasta ahora, su inocencia en los delitos de los que se le acusa, ha asegurado también que su mayor amenaza se encuentra en Estados Unidos.
"La administracion Obama está tratando de alcanzar un acuerdo con la fiscalía que trata el caso de Bradley Manning y así acusarme de co-conspirador. También está estudiando las acusaciones de piratería informática de estatutos y el apoyo al terrorismo", afirma Assange.
Similitudes con Jac Ruby
Con todo, una corte de Londres debe estudiar la petición de extradición de Suecia a partir del 7 de febrero y para él, el momento que está viviendo y lo que le puede pasar se puede comparar con lo que vivió Jack Ruby, el hombre que en 1963 asesinó a Lee Harvey Oswald, supuesto asesino de Kennedy, y que falleció en 1967 de un cáncer en prisión.
Pero es si, cree que aún tiene opciones a su favor: "Legalmente, Gran Bretaña no tiene derecho a extraditar por delitos políticos. El espionaje es el caso clásico del crimen político. Queda a la discreción del gobierno británico si debe haber una excepción".
En su contra juega también que Wikileaks no tiene suficiente dinero como para costear las facturas de sus abogados "pese a que muchos letrados se han ofrecido a defenderme gratis".
A la situación de incertidumebre que vive hay que sumarle que desde que comenzaron a publicar los 250.000 cables con los secretos de la diplomacia estadounidense, él y su equipo no han dejado de recibir amenazas de muerte.
De momento Assange. que pasa sus días con un brazalete electrónico y entrega un informe todos los días a la comisaría de Beccles, confiesa que no tiene ni idea de dónde estará dentro de un año.