Un tribunal argentino excarcela a un piloto acusado de participar en los 'vuelos de la muerte'
- Fue extraditado desde España el pasado mayo a petición de Argentina
- Según el tribunal, no existen pruebas suficientes de su colaboración
La Justicia de Argentina ha ordenado la puesta en libertad del piloto Julio Alberto Poch, extraditado desde España bajo el cargo de haber participado de los "vuelos de la muerte" en los que desaparecieron víctimas de la última dictadura en el país suramericano, según han informado fuentes judiciales citadas por Efe.
La sentencia ha sido dictada por la Sala II de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal, que ha ordenado, además, profundizar la investigación para determinar la situación de Poch. El acusado fue extraditado el pasado mayo desde España, donde había sido detenido en septiembre de 2009 cuando hizo una escala como piloto de una aerolínea holandesa.
En su fallo, los jueces Martin Irurzun, Eduardo Farah y Horacio Cattani también han establecido una multa a Poch de 150.000 pesos (37.500 dólares), ha precisado el Centro de Información Judicial.
"La situación hasta aquí expuesta conduce a que debamos expedirnos de forma excepcional, revocando la resolución y disponiendo la excarcelación del imputado", han dictado los magistrados en su resolución.
Los jueces han resaltado que desde octubre pasado a la actualidad, el juez de primera instancia de la causa no emitió el "pronunciamiento de mérito sobre la situación del encausado" pedido por el tribunal.
Los vuelos de la muerte
La justicia argentina reclamó a Poch por cuatro procesos penales pendientes en relación con los "vuelos de la muerte", en los que los opositores políticos a la dictura (1976-1983) eran drogados y arrojados vivos al mar desde aviones militares y que dejaron más de un millar de víctimas. Se calcula que unas 30.000 personas desaparecieron durante la dictadura militar argentina.
En octubre, la Cámara anuló el procesamiento de Poch al considerar que no está "mínimamente acreditada" su vinculación con los hechos que se investigan y ha ordenado que se profundicen las pesquisas.
Además ha dictaminado que no se puede culpar al piloto considerándolo "genéricamente" como miembro de grupos paramilitares que actuaron en el centro ilegal de detención que funcionó en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, muchos de cuyos prisioneros fueron arrojados al mar desde aviones militares.
Falta de pruebas
El tribunal tampoco ha hallado pruebas suficientes para acusar Poch de haber participado en "vuelos de la muerte", así como del delito de privación ilegal de la libertad, cargos por los que el aviador había sido procesado por el juez Sergio Torres, quien investiga delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA, el mayor centro de detención de la dictadura (1976-1983).
Torres había procesado a Poch por los "vuelos de la muerte" y el secuestro de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, del periodista y escritor Rodolfo Walsh y de la joven sueca Dagmar Hagelin, entre otros detenidos en la ESMA que actualmente están desaparecidos.
Se calcula que por la ESMA pasaron unos 5.000 detenidos durante la dictadura, que dejó en total un saldo de 30.000 desaparecidos.
En 1987, con la llegada de la democracia a Argentina, el gobierno democrático de Raúl Alfonsín dictó la llamada Ley de Obediencia Debida, un decreto por el que los suboficiales y rangos bajos del ejército quedaban exculpados de responsabilidad en las actuaciones represoras ordenadas por sus superiores militares.
Sin embargo, en 2003, durante el mandato de Nestor Kirchner, la justicia argentina derogó la aplicación de esta ley.