Gullón certifica su vuelta a la normalidad y aprueba la reinversión de beneficios
Galletas Gullón ha certificado este viernes su vuelta a la normalidad, una vez resuelto el enfrentamiento entre sus accionistas que ha alterado la administración de la empresa en los últimos meses. La junta ordinaria de accionistas ha aprobado las cuentas del ejercicio 2009 -cuando la empresa ha sido gestionada por el anterior grupo de dirección- y ha acordado afrontar su nueva etapa reinvirtiendo todos los beneficios de ese año en los proyectos de futuro.
La celebración de esta última junta del año ha estado marcada por la disolución, hace apenas dos meses, del anterior consejo de administración y la toma de posesión de María Teresa Rodríguez Sáinz-Rozas, viuda del fundador de la empresa, como administradora única.
En un comunicado, Galletas Gullón explica que los beneficios fiscales de 2009 ascienden a 14,76 millones de euros, a los que se suma una dotación por amortizaciones de otros 14,71 millones, de modo que los recursos financieros totales ascienden a 29,47 millones.
Rodríguez Sainz-Rozas -como administradora única y accionista mayoritaria con más del 50% del capital social- ha propuesto que los beneficios no se repartan entre los accionistas, sino que se reinviertan en la propia empresa.
Esta medida permitirá, a juicio del grupo, mantener la política de creación de empleo y riqueza para la compañía y para la comarca, lo que dará continuidad al proyecto desarrollado por Galletas Gullón durante más de 30 años.
En 2010, más beneficios y más empleo
Una parte importante de los recursos generados en el último año se dedicarán a ejecutar y acabar la construcción de la tercera fábrica del grupo, que se levantará sobre una parcela de 200.000 metros, cerca del complejo Gullón II, en las afueras de Aguilar de Campoo (Palencia).
Esta nueva instalación "supone la renovación de mi compromiso permanente con la comarca y con el empleo, y permitirá a Gullón diversificar aún más su negocio, incrementar las exportaciones, así como disminuir la dependencia del mercado nacional", ha afirmado la administradora de la compañía.
Durante la junta, el director general de la empresa, Juan Miguel Martínez Gabaldón, ha avanzado que en 2010 se superarán previsiblemente los beneficios de 2009 y se ampliarán tanto el empleo local como el negocio internacional.
El directivo ha destacado la voluntad de Galletas Gullón de seguir apostanto por la I+D y por orientarse a la fabricación de productos sanos en la lucha contra la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
La junta celebrada este viernes abre una nueva etapa dentro del grupo y corrige una anomalía que se arrastraba desde hace meses: la junta ordinaria para aprobar las cuentas debía haberse celebrado en el primer semestre del año, pero se ha retrasado por la situación excepcional de la compañía.
Un año de guerra galletera
A pesar de la aprobación de las cuentas formuladas por los anteriores gestores, se mantienen abiertos los frentes judiciales que enfrentan a la actual dirección con sus predecesores.
El año 2010 del fabricante galletero ha estado marcado por la decisión del anterior consejo de administración -controlado por entonces por los tres hijos varones y dos hermanos de la primera accionista- de destituir a finales de 2009 a Rodríguez Sáinz-Rozas como presidenta ejecutiva y despedir a Juan Miguel Martínez Gabaldón como director general.
La primera accionista retomó el control sobre la galletera el pasado octubre, casi un año después de ser destituida, una vez que quedaron inscritos en el Registro Mercantil los acuerdos de una junta extraordinaria que se celebró el pasado 1 de septiembre en el interior de un coche.
La nueva fábrica en la que se invertirá buena parte del beneficio de 2009 cuenta con un presupuesto de 48 millones de euros y su producción se dedicará en un 80% a la exportación. El proyecto, diseñado hace dos años, prevé la creación de más de 200 nuevos puestos de trabajo en los próximos cinco años.
La instalación estará lista para verano de 2011 e incluirá tres líneas de fabricación de productos dirigidos al territorio nacional y a la exportación.