El Papa Benedicto XVI pide a los cristianos que no cedan al desaliento y las persecuciones
- Dedicó su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz a la libertad religiosa
- "Sólo Dios puede tocar el ánimo humano y asegurar esperanza al hombre"
Benedicto XVI ha celebrado esta mañana la solemnidad de María Madre de Dios en la Basílica de San Pedro del Vaticano y ha pedido a la comunidad cristiana que "no ceda al desaliento y la derrota" ante las persecuciones e intolerancias religiosas "que afectan de forma particular a los cristianos.
Además, el Papa ha señalado, en su Mensaje por la 44 Jornada Mundial de la Paz que se celebra hoy en todo el mundo, que la libertad religiosa "es elemento imprescindible de un Estado de derecho" porque no se puede negar sin violar al mismo tiempo todos los derechos y libertades fundamentales.
“El mundo necesita de Dios porque necesita valores éticos y espirituales, universales“
Benedicto XVI ha afirmado que el mundo "necesita de Dios porque necesita valores éticos y espirituales, universales" que la religión "puede ofrecer" para construir "un orden social e internacional justo y pacífico".
Según ha sostenido el Papa, la guerra "es el rostro más horrendo y violento de la historia" y ha recordado que la Iglesia recoge "los gritos de tantos hombres, mujeres, niños y ancianos víctimas de la guerra".
Dios como única esperanza
Ante los "trágicos eventos que sellan la historia", ha explicado el Papa, "sólo Dios puede tocar el ánimo humano y asegurar esperanza y paz a la humanidad". Benedicto XVI ha dedicado su 44 Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz a la libertad religiosa como "camino para la paz" en el cual ha recordado a la comunidad cristiana de Irak y de otras partes del mundo, afectados por numerosos atentados y discriminaciones y ha reconocido que los cristianos son la comunidad religiosa más perseguida.
En la homilía de la misa de hoy, ha subrayado que la humanidad no puede darse por vencida "ante la fuerza negativa del egoísmo y de la violencia" y no debe "acostumbrarse a los conflictos que provocan víctimas y ponen en peligro el fututo de los pueblos".
Asimismo, el Pontífice ha hecho un llamamiento a los responsables de las naciones para que "se empeñen de forma concreta y constante" para construir la paz. Según ha explicado, ésta es "un valor humano" que es importante realizar "sobre el plano social y político" pero que es sobre todo "un don de Dios" que tiene sus raíces "en el misterio de Cristo".