Cascos arremete contra Génova y se muestra disponible a encabezar una alternativa al PP
- El ex vicepresidente del gobierno del PP acusa a Rajoy de desoir a los militantes asturianos
- Como sus referentes cita a Adolfo Suárez, Kennedy y el socialista asturiano Rafael Fernández
El ex dirigente del PP, Francisco Álvarez-Cascos, ha arremetido este domingo contra la dirección nacional del partido que acaba de abandonar y, especialmente, contra su presidente, Mariano Rajoy, a quien ha acusado de desoir y despreciar a los que querían que fuera él el candidato popular a las elecciones autonómicas asturianas de la próxima primavera.
"Esa petición de miles asturianos ha sido despreciada. Se han hecho oídos sordos a la petición firmada por militantes y a las razones aportadas por alcaldes y diputados regionales, y por las encuestas solventes realizadas en los últimos tiempos para tomar pulso a todos los asturianos", ha asegurado Cascos durante una rueda de prensa celebrada en Oviedo.
El que fuera vicepresidente del Gobierno con José María Aznar ha asegurado que, "actualmente, a la dirección nacional [del PP] Asturias le importa un comino".
En ese sentido, ha asegurado que los "intereses generales" de Asturias "han importado mucho menos" que otros "intereses particulares" de la dirección y, "principalmente, del presidente del partido, Mariano Rajoy".
"Inhibición antiestatutaria de la dirección nacional"
Álvarez-Cascos ha reiterado que las causas de su marcha han sido los ataques sufridos por algunos militantes populares y ante los que se ha sentido indefenso, sin el amparo que pidió a la dirección nacional.
Su marcha, ha señalado, "era fácilmente previsible a medida que se iba confirmando la inhibición antiestatutaria de la dirección nacional y del Comité de Derechos y Garantías" del partido.
“A la dirección nacional del PP, Asturias le importa un comino“
En ese momento, Cascos ha hecho suya una cita del discurso de dimisión del ex presidente Adolfo Suárez: "Creo que tengo la fuerza moral para pedir que, en el futuro, no se recurra a la descalificación global, a la visceralidad o al ataque personal, porque creo que se perjudica al normal funcionamiento de las instituciones democráticas".
Además de Suárez, Cascos ha salpicado su intervención con otras citas de John Fiztgerald Kennedy, Winston Churchill y el socialista asturiano, recientemente fallecido, Rafael Fernández, con quien dice compartir una filosofía: "siempre he querido servir a Asturias y no servirme de ella".
"Lo menos relevante, desde el punto de vista político, es lo sucedido con mi indefensión como militante; lo más grave es el menosprecio mostrado hacia miles de asturianos del Partido Popular, y hacia ciudadanos que han expresado en los últimos meses su preocupación sobre la situación de la región" asturiana.
Según Álvarez-Cascos, la dirección nacional del PP ha hecho "oídos sordos inhibiéndose de su responsabilidad" de atender esas voces a favor de su candidatura electoral y lo han hecho, "sin pisar Asturias ni una sola vez", ha recalcado.
Dispuesto a liderar una alternativa
De forma paralela, el ex dirigente popular ha mostrado su disponibilidad a encabezar una alternativa en Asturias.
"Creo en la necesidad de desarrollar una contra-tendencia basada en el ejercicio de la civilidad política", ha destacado Cascos, volcado -ha dicho- en "recuperar el orgullo de ser asturiano".
El ex popular ha sentenciado que "ahora toca defender Asturias, que no es defender nuestros intereses particulares, sino los de un país, los de unas generaciones jóvenes que están abandonadas a su suerte, olvidados por los poderes públicos, sin presente ni futuro en su tierra".
"Estoy en disposición de intentarlo: juntos, en equipo, organizados y con vocación de trabajo. Concedernos la confianza para sumar y confirmar la aventura ya no depende de mí, sino del conjunto de los ciudadanos" de Asturias.
"Mi disponibilidad se dirigía antes al PP y ahora se dirige a un grupo de asturianos que se han movilizado a mi favor, y que me han movilizado a mí", ha aclarado Cascos.
Cascos ha asegurado: "durante todos estos meses, yo iba al rebufo de una marea, arrastrado por las personas, muchas, que iban tirando de un carro que consistía en promover una alternativa que pudiera encabezar de cara a las próximas elecciones, pero yo era el último. Yo me dejaba arrastrar, y así lo manifesté siempre".