Ahmadineyad cesa a 14 asesores entre rumores de cambios en su gabinete político

• Los ex miembros del ejecutivo aseguran desconocer los motivos
• Mientras, se incrementan los rumores de fuerte división interna

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha prescindido de 14 de sus consejeros personales, a los que ha agradecido sus servicios por carta, según ha confirmado este lunes uno de ellos, Mehdi Kalhor, hasta la fecha asesor de Cultura y Medios de Comunicación.

La decisión presidencial, de la que se desconocen los motivos, se produce apenas dos semanas después de que el mandatario cesara por sorpresa al ministro de Asuntos Exteriores, Manucher Motaki, cuando éste se hallaba de viaje oficial en África.

División frente al régimen de Ahmadineyad

"Ayer, en un decreto presidencial, se apreció nuestro trabajo y se nos comunicó a otros trece asesores y a mí mismo que nuestra cooperación con el presidente Ahmadineyad había concluido", ha explicado Kalhor a la prensa estatal.

El ex consejero ha asegurado "desconocer los motivos reales" de la medida, mientras que los medios estatales apuntan al deseo de Ahmadineyad de renovar el Gabinete.

El mandatario iraní incluso ha solicitado la creación de un nuevo ministerio, el número 22, cuya aprobación está pendiente del Parlamento y que podría ocupar una mujer.

Los asesores cesados son Mojtaba Rahmandoust, Abolfazl Tavakoli Bina, Mohamed Reza Etemadian, Seyed Kazem Vaziri Hamaneh, Mohamed Satari Vafaei, Mahdi Chamran, Mohamed Rouyanian, Ali Montazeri, Mahdi Shahid Kalhor, Ali Asghar Zarei, Mahdi Mostafavi, Davoud Danesh Jafari, Ali Akbari y Sousan Keshavarz.

La decisión del presidente se produce en medio de crecientes rumores sobre una división interna cada vez más acusada en el seno del régimen iraní, sometido también a la presión internacional a causa de las sospechas bélicas que se desprenden de su controvertido programa nuclear civil.

Además, acontece en medio de un ambiente de descontento social por el inicio de la aplicación del plan nacional para la supresión de los subsidios a la gasolina y otros productos de primera necesidad, que supone una nueva carga para los iraníes.