La Fiscalía belga investiga posibles abusos sexuales en un colegio de monjas
- Un denunciante anónimo dice que sufrió abusos por parte de las religiosas
- La institución pide a todas las víctimas que salgan a la luz
La Fiscalía de Kortrijk, al sudoeste de Bélgica, ha anunciado este lunes la apertura de una investigación sobre supuestos abusos sexuales a niños en una escuela de la ciudad gestionada por monjas.
La pesquisa se ha abierto después de que "un testigo anónimo" asegurase ser víctimas de abusos entre 1965 y 1970 en el instituto Stella Maris, según un portavoz del fiscal.
La Justicia belga busca identificar a "las personas que habían cometido delitos" después de que los medios belgas VRT, Radio 2 y Eén citasen a dos testigos que aseguraban haber sido víctimas de abusos entre 1960 y 1990.
Uno de ellos ha detallado que las informaciones sobre abusos sexuales de la iglesia católica belga le han animado a salir a la luz.
Lo cierto es que éste es el último escándalo que rodea al episcopado belga después de que el ex obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, abriese fuego el año pasado al confesar que abusó sexualmente de su sobrino cuando era sacerdote en los 80.
Una comisión eclesiástica ha revisado cerca de 500 casos de abuso y detalló el pasado mes de septiembre que al menos trece personas se suicidaron por lo que habían sufrido.
El último escándalo estalló la pasada semana, cuando el sacerdote católico y sociólogo marxista belga, François Houtart, candidato al premio Nobel de la Paz 2011, confesaba haber abusado de un menor, su propio primo, hace cuarenta años.
En los años 60, Stella Maris era dirigido por la orden de monjas de Verrue, que poco después se fusionaría con las Hermanas de la Fe.
El abogado de Stella Maris ha detallado que aunque el consejo escolar sigue teniendo a varias monjas ahora es mayoritariamente secular.