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China no admite la acusación de espionaje industrial en el "caso Renault"

  • Un portavoz de Exteriores chino considera "inaceptables" las acusaciones
  • Desde Francia se asegura que no pueden señalar a un país inductor

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China niega cualquier implicación en el escándalo del espionaje industrial a Renault

El Gobierno chino ha respondido con contundencia a las acusaciones de espionaje por el "caso Renault". Mientras los servicios secretos franceses buscan culpables e inductores, un portavoz de Exteriores de Pekín ha señalado este martes que es "irresponsable e inaceptable" que se señale a su país como promotor del espionaje industrial.

La fuente oficial ha señalado este martes a la prensa que China está al corriente de las informaciones aparecidas y que "su supuesta implicación es totalmente carente de fundamento".

De momento, el caso les ha costado la suspensión de empleo y sueldo a tres altos directivos de la empresa automotriz gala. Los tres ejecutivos están acusados de revelar secretos sobre el desarrollo de vehículos eléctricos. Este martes, han sido convocados en la empresa que se expliquen antes de su eventual despido.

La prensa revela nuevos detalles sobre sus cuentas bancarias en el extranjero en las que se habría ingresado dinero desde China. Dos de los tres directivos de Renault tenían cuentas bancarias en Suiza y en Liechtenstein. La primera, con 500.000 euros. La segunda, con 130.000. Dinero que habría sido ingresado por una empresa eléctrica desde China, a través de intermediarios situados en Shanghai y en Malta.

Sospechas que apuntan a China

China ha tenido que salir al paso de acusaciones provenientes especialmente de la prensa francesa. Según publica este martes el diario "Le Figaro", un gigante eléctrico estatal chino, con sede en Pekín, ingresó 630.000 euros en cuentas de dos de los tres directivos de Renault.

El nombre de la empresa es muy similar al de la mayor empresa mundial del sector, State Grid Corporation of China, que además es pública.

La empresa ha anunciado que en este año inciará la construcción de una red de estaciones de carga de baterías para vehículos eléctricos en las ciudades de Pekín, Tianjin, Hefei y Nanchang.

El Gobierno chino ha dictado varias políticas para promover la industria del coche eléctrico en el país. Quieren que la producción aumente al medio millón al año. Además, esperan que represente el 5% del total del sector de la automoción.

Cuestión de Estado para Francia

Francia poseé el 15% de Renault, además de ser un embleba nacional. Por eso, los servicios secretos galos están sobre la pista para esclarecer si existe espionaje y quién está detrás del caso.

Para la empresa automovilística los hechos son "muy graves", ya que implican la transmisión de información sobre "activos estratégicos".

La acusación contra el país asiático fue lanzada el pasado viernes por una fuente del Gobierno francés, según publicó la prensa gala.

Tras el enfado de las autoridades chinas, un portavoz del Gobierno de Sarkozy, ha matizado las acusaciones: "Hasta el momento no existe ninguna acusación oficial de Francia hacia ningún país concreto, la investigación aún está en marcha. Renault, como otras empresas, es víctima de una guerra de inteligencia económica".