Cae el Gobierno de Líbano tras dimitir los ministros de la oposición liderados por Hizbulá
- El primer ministro Hariri se encuentra en Washington para reunirse con Obama
- El desencadenante es el proceso sobre el asesinato de su padre por Hizbulá
El Gobierno de Líbano presidido por Saad al-Hariri ha caído después de que dimitiesen diez ministros de la oposición pertenecientes a la milicia chií Hizbulá y a sus aliados y uno designado por el presidente, Michel Suleiman.
El desencadenante ha sido el tramo final de la investigación de la ONU por el magnicidio del ex primer ministro y padre del actual jefe de Gobierno, Rafic Hariri, en 2005, del que se acusa a Hizbulá.
El anuncio de la retirada lo ha hecho el ministro de Energía y Agua libanés, Gebran Basil, miembro de la oposición parlamentaria, en una rueda de prensa en Beirut transmitida por televisión.
"A pesar de que hemos hecho un último intento para recuperar la esperanza y la insistencia hemos decidido ceder el paso a la formación de un nuevo gobierno que pueda cumplir con los deberes que no cumple éste de garantizar la estabilidad y la justicia", ha declarado Basil.
Por ello, "los ministros (de la oposición) presentan su renuncia al Gobierno y piden que se forme un nuevo Ejecutivo lo antes posible", ha agregado.
Gobierno inestable
Basil ha pronunciado estas palabras mientras Hariri se encuentra este miércoles en Washington para entrevistarse con el presidente estadounidense, Barack Obama.
Poco después, la agencia de noticias oficial libanesa ANN informó de que un ministro de Estado, Adnan al Sayed Husein, designado por el presidente Michel Suleimán, también renunciaba.
El Ejecutivo fue formado el 9 de noviembre de 2009, después de casi cinco meses de arduas negociaciones que permitieron a Saad Hariri formar su primer gobierno de unidad nacional.
El Gabinete estaba formado por treinta miembros: quince de la mayoría parlamentaria, diez de la oposición y cinco designados por Suleiman.
El Líbano vive un bloqueo institucional por el rechazo de la oposición, liderada por el grupo chií Hizbulá, a asistir a las reuniones del Gobierno mientras que no se tomara una decisión sobre el asunto de lo que ellos llaman "falsos testigos" en el caso del asesinato del ex primer ministro libanés, Rafic Hariri, en 2005.
La corte que investiga el asesinato está a punto de concluir que Hariri fue asesinado por un brazo armado del pro iraní Hizbulá, que en su momento reivindicó el atentado.
Mediación sirio-saudí
Cuando comenzaron las pesquisas sobre el magnicidio, cuatro generales libaneses pro sirios fueron encarcelados durante cuatro años por el testimonio ofrecido por varios testigos, a quienes la oposición política libanesa califica de "falsos".
El pasado 7 de enero, Saad Hariri, hijo de Rafic, viajó a EE.UU. para reunirse con el rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, tras revelar la conclusión de un acuerdo entre Siria y Arabia Saudí para dar una salida a la crisis del Líbano.
En una entrevista publicada al diario árabe internacional "Al Hayat", Hariri afirmaba que Riad y Damasco habían alcanzado un acuerdo mucho antes de que el rey saudí viajara a EE.UU. en noviembre pasado para operarse de una hernia discal.
Siria, aliado estratégico de Hizbulá, y Arabia Saudí, que apoya a Hariri, mediaban desde hace meses para encontrar una salida a la crisis ante el temor de que vuelvan a producirse choques entre los partidarios de la mayoría y de la oposición parlamentaria libanesa.
Sin embargo, anoche el dirigente de la oposición libanesa, Michel Aoun, anunció que la mediación sirio-saudí para dar una salida a la crisis política libanesa había llegado a un punto muerto