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La presidenta del Constitucional abandona su cargo abroncando al PSOE y el PP

  • María Emilia Casas critica que hayan bloqueado la reforma del Tribunal
  • Ha subrayado que esta circunstancia "empaña la legitimidad" del TC
  • Apuesta por cambiar la forma de elegir a los magistrados
  • Trillo califica la presidencia de Casas como "el periodo más negro"

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El Rey conversa con la presidenta saliente del TC, María Emilia Casas (i), acompañados por el presidente del Senado, Javier Rojo (d) y la nueva magistrada del TC, Adela Asúa (2d).
El Rey conversa con la presidenta saliente del TC, María Emilia Casas (i), acompañados por el presidente del Senado, Javier Rojo (d) y la nueva magistrada del TC, Adela Asúa (2d).

La hasta ahora presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, ha abandonado este miércoles el cargo abroncando a los dos principales partidos políticos por incumplir "su deber constitucional" y haber bloqueado más de tres años la renovación de la institución. 

Casas ha aprovechado el discurso que pronunció en el acto de posesión de los cuatro nuevos magistrados designados por el Senado -los catedráticos Luis Ignacio Ortega, Adela Asúa y Francisco Pérez de los Cobos y el ex presidente del CGPJ Francisco José Hernando- para advertir de que este retraso "nunca más debería producirse" y subrayar que esta circunstancia "empaña la legitimidad" del Tribunal. 

La presidenta, que abandona el cargo junto al vicepresidente Guillermo Jiménez y los magistrados Vicente Conde y Jorge Rodríguez-Zapata, ha señalado que "si los procedimientos previstos por los reglamentos de las cámaras no consiguen que se cumpla la Constitución habrá que modificarlos".

"El retraso en la ordenada renovación del Tribunal a nadie favorece y a  todos perjudica. Especialmente al Parlamento, que infringe las  previsiones" constitucionales, ha señalado Casas, que ha dicho que  tampoco es conforme a la Carta Magna que tres de los magistrados que  permanecen -los que debe designar el Congreso- tengan ya su mandato  extinguido.

Ha considerado que la legitimidad que otorga la  designación de los magistrados por los representantes del pueblo español  "se ve empañada" si no se produce en plazo y "quedan embarradas" por  todo tipo de cábalas y supuestas negociaciones políticas llevadas a cabo  al margen del Parlamento.

Casas también ha tenido palabras para la sentencia del Estatuto de Cataluña  y ha señalado que "convendría" que los políticos que hagan  declaraciones sobre las resoluciones del Constitucional las realicen  "con la mesura y el respeto institucional que esta merece".

"El grado de crispación que ha rodeado el recurso de inconstitucionalidad sobre el nuevo Estatuto de Cataluña ha sido a todas luces excesivo",  ha dicho la presidenta saliente antes de abogar por reabrir el debate  sobre "la conveniencia de introducir la figura de control previo de  inconstitucionalidad".

Gay: "No se puede hacer esto a un tribunal"

El discurso de Casas sobre la reforma del Constitucional ha sido apoyado  unánimemente por todos los magistrados -tanto salientes como entrantes,  conservadores y progresistas- al considerar que, según han señalado  varios de ellos posteriormente,  ha puesto "los puntos sobre las íes".

"Todos los magistrados suscribimos el discurso de la presidenta  porque no se puede hacer eso a un tribunal", ha dicho Eugenio Gay.

Tras la toma de posesión de los cuatro nuevos miembros del TC, el magistrado de mayor edad, Javier Delgado, ha asumido en funciones la presidencia del Constitucional hasta que se convoque un pleno para elegir al nuevo presidente lo que, según ha indicado éste a varios periodistas, tendrá lugar la próxima semana.

También Delgado, al ocupar el sillón presidencial, ha cerrado el acto institucional con una referencia a los retrasos en la renovación: "Queda constituido el Tribunal Constitucional dejando constancia de la anomalía de su situación".

Trillo: La presidencia de Casas, "el periodo más negro" del TC

Otra valoración ha sido la del portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, quien ha considerado que, aunque Casas se ha referido a "cosas que son ciertas", no está legitimada para decirlas porque, en su opinión, dio el visto bueno a una ley que permitió la prórroga de su mandato.

Trillo ha calificado la presidencia de Casas como el "período más negro" del alto tribunal.

El discurso de Casas también ha sido valorado por los dos ministros asistentes al acto, el de Presidencia y el de Justicia, Ramón Jáuregui y Francisco Caamaño, respectivamente.

Jaúregui ha considerado que los reproches de Casas a los grupos parlamentarios deben ser asumidos pero, ha explicado, la situación no ha sido culpa del grupo socialista.

El ministro ha expresado la satisfacción del Gobierno por el acto y ha confiado en que "ojalá sea posible la renovación de los miembros por el Congreso en los próximos no sé si días, semanas o meses".

Por su parte, Caamaño ha dicho que el discurso se ha hecho desde la lealtad al TC y a la Constitución apelando a la responsabilidad institucional y ha recordado que el PSOE siempre ha estado dispuesto a la renovación del tribunal y han dado prueba de ello.