Obama pide la utilización de un discurso público más civilizado tras la matanza de Arizona
- Ha asegurado que nadie puede saber qué fue lo que provocó el atentado
- Giffords ha abierto los ojos por primera vez tras la visita de Obama al hospital
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha instado a utilizar "un discurso público más civilizado" tras la matanza de Arizona el pasado sábado, y la polémica que se ha suscitado después sobre sus motivos. Lo ha hecho durante los funerales de las seis víctimas celebrado en Tucson.
"Sólo un discurso público más civilizado y honesto puede ayudarnos a afrontar nuestros desafíos como nación", ha dicho el presidente, que ha añadido que todavía nadie puede saber qué desencadenó el atentado.
"Lo que no podemos hacer es usar esta tragedia como una ocasión más para volvernos los unos contra los otros", ha concluido en un tono que contrastaba con el que horas antes usó la ultraconservadora Sarah Palin para referirse a la polémica sobre la crispación política y la violencia en el país.
El presidente ha recordado a cada una de las seis víctimas mortales, desde el juez federal John Roll a la niña de nueve años, Christina Taylor Green.
Giffords abre los ojos
Antes de asistir a los funerales, Obama ha visitado en el hospital de Tucson a la congresista demócrata Gabrielle Giffords herida en el tiroteo.
A ella ha dedicado un apartado especial de su discurso, que ha provocado los aplausos ensordecedores de todo el público, al comentar que cuando se marchaba del hospital, Giffords "abrió los ojos por primera vez".
"Sabe que estamos aquí, que la queremos y que la estaremos apoyando en lo que será un camino difícil para su recuperación", ha indicado, mientras una conmovida Michelle Obama abrazaba al marido de la congresista, el astronauta Mark Kelly, sentado a su lado.
Obama ha subrayado que "depende enteramente de nosotros cómo nos tratemos los unos a los otros".
Como Clinton en 1995
Según indicó el presidente, ante una audiencia de 14.000 personas en el centro McKale de la Universidad de Arizona y otras 10.000 que no pudieron entrar en el pabellón, "las fuerzas que nos dividen no son tan fuertes como las que nos unen".
El presidente ha usado en definitiva el mismo tono que el ex presidente Bill Clinton en el discurso que dio cuatro días después del atentado de Oklahoma en 1995, en el que murieron 168 personas, y en el que apeló a la unidad nacional.
Los analistas políticos habían advertido estos días del paralelismo con esa situación, que permitió al mandatario demócrata recuperar la iniciativa política.
Lo cierto es que sea por el ataque de Arizona o por la mejora de la economía. Obama ha pasado de tener un 45% de aprobación en diciembre a un 50% en enero, según un sondeo de Reuters-Ipsos, que alerta de que no tenía esa valoración desde junio del año pasado.
No es la primera vez que Obama acude a la palestra nacional para ofrecer consuelo en una tragedia. En noviembre del 2009 encabezó el homenaje a las víctimas de un tiroteo en la base militar en Fort Hood (Texas), que causó 13 muertos y 29 heridos.